Hola Piru, voy a contarte la fantas�a que me inspiras a ver
qu� te parece. "El otro d�a me acerqu� a ver a mi m�dico de cabecera, pero no
precisamente para una revisi�n, sino para robarle unos objetos valiosos que �l
guardaba. Intentar�a hacerlo sin violencia y que no me viera nadie. Cuando
llegu� me hicieron pasar a la sala de espera y hab�a una hermosa mujer y un
hombre esperando. Me sent� al lado de ti y comenzamos a hablar. Llevabas una
falda que te llegaba justo por encima de las rodillas, con una blusa blanca
transparente en la que se pod�a apreciar tu hermoso escote. Ten�as medias negras
y unos zapatos de tac�n. Estabas muy linda.

De repente le toc� el turno al hombre que estaba con nosotros
y yo hab�a estado esperando aquel momento. Sent�a un enorme deseo de poseer
aquel hermoso cuerpo y penetrarte una y otra vez, por lo que me insinu� pero t�
me rechazaste. Aquello me descontrol� y no pude menos que forzar la situaci�n.
Te arranqu� la blusa de un tir�n sin importarme de estar en donde estaba. Te
tumb� en el suelo y t� te resist�as pero notaba que te estaba gustando la
situaci�n. Est�bamos tumbados en el suelo y te baj� las bragas con una mano
mientras con la otra te inmovilizaba y te penetr� violentamente. Gritaste y
comenc� a empujar con fuerza. Te ped� que te callaras que no quer�a hacerte da�o
justo cuando entraron el m�dico y el otro hombre al escucharte gritar y me
sujetaron. Consegu� zafar y saqu� una pistola. Le dije al m�dico que me diera
las joyas que guardaba y una vez conseguido el bot�n me iba a retirar pero me
dio mucho morbo verte follar con aquellos dos hombres por lo que los obligu� a
que te lo hicieran por los dos sitios.

Al principio estaban muy reacios pero
seg�n avanzaba la cosa os fuisteis poniendo muy cachondos. Yo estaba sentado
enfrente de vosotros, me estaba masturbando mientras os ve�a tan excitados. T�
estabas encima del m�dico, cabalgabas con una descocida, llevabas un sujetador
negro muy sexy y me excit� verte follar con las medias negras puestas. Mientras
cabalgabas se la chupabas al otro hombre. Se la dejaste muy dura y de repente se
corri� en tu boca y t� te lo tragaste todo. Los dejaste a los dos sin fuerzas,
por lo que te acercaste a mi que me estaba masturbando, te abriste de piernas
delante de mi erguida polla y comenzaste a bajar y subir sin llegar a tocarla.
Me estabas provocando, te obligu� a que te sentaras sobre ella y te movieras con
fuerza. Te la metiste entera y sub�as y bajabas continuamente mientras te lam�a
tus hermosos pezones, que estaban duros como una piedra.

Grit�bamos, est�bamos
excitad�simos. Te dije que me iba a correr y me pediste que aguantara, que
quer�as trag�rtelo todo, por lo que me puse de pie y me lam�as la puntita y
glup...la tragaste toda, la chupabas como si fuera un helado, me estabas sacando
todo el jugo. Notaste como corr�a la sangre por la vena de mi caliente pena y
empec� a correrme como un descocido. Lo ech� todo en tu cara, te golpeaba con
ella en la boca y la relam�as. Te levantaste y nos besamos, comi�ndonos mi flujo
con nuestras lenguas. Te at� con los otros dos y me fui. Nunca hab�a hecho un
robo tan placentero"

Bueno, espero que te haya gustado mi fantas�a, un beso (Juan)

Hola Piru, me encantar�a conocerte y follar contigo,
ummmmmmmmm un verdadero placer. Te mando fotos para que veas c�mo me pongo
cuando te veo. Quisiera que me mandaras t� una foto. Besos (Javier)

Hola linda...soy de M�xico...pero...todo se puede en la vida
�no?. Tienes un cuerpo excitante...no sabes lo que me encantar�a hacerte...

Besos en cada cent�metro de tu piel....(Guillermo)

Hola Piru, me han gustado tus fotos. A m� me gustan las
mujeres as�, con experiencia y m�s de 40. Est�s en aut�ntica forma. Me gustar�a
ver alguna foto tuya m�s �ntima, prometo devolverte una m�a. Yo soy de Madrid.
Besos (Tito)

Hola Piru, estoy solito en mi cuarto y me estoy
arrechooooooooo!, me la estoy corriendo sobre tu foto, abre la boca si quieres
un poco de leche (Pedro)

Hola linda, la verdad que tienes un cuerpo muy rico...la
verdad que tienes unas tetas que se antojan comer...y unos labios (vaginales)
que se antoja chupar. En verdad tu marido debe estar muy satisfecho contigo...en
verdad te admiro...eres una mujer muy cachonda e interesante...

La verdad no podr� dejar de masturbarme imagin�ndote
conmigo... (Guillermo)

Querida Piru, a lo mejor pensabas que ya no me acordaba de
ti, pero estoy ocupado y no puedo conectarme mucho. Te sigo reiterando mis ganas
de "cogerte", que no son pocas. Consegu� una c�mara as� que voy a hacerme fotos
para mandarte. Me har�a mucha ilusi�n que me enviaras un primer plano de tu
conchita, porfa... (Santi)

Hola Piru, acabo de llegar de las vacaciones y al ver
nuevamente tus fotos se me ha puesto dura. Tu culo me parece muy muy bueno y me
encantar�a chup�rtelo y meterte mi leng�ita por tu agujerito �te gustar�a?.
Espero que s� porque a m� me encanta hacerlo. Luego te meter�a un dedito para
que se vaya dilatando hasta que est� preparado para mi polla. Luego follar�a ese
jugoso co�o hasta que estallaras de placer. Sacar�a luego mi polla y terminar�a
corri�ndome en tu cara y tus tetas. Evidentemente esto lo intentar�amos repetir
todas las veces que podamos.

Me encanta verte preciosa. Estoy preparando unas buenas fotos
para ti guap�sima.

Cu�ntame qu� te gusta y c�mo te gusta follar.

Un besitooooooo preciosa (Jarto)

Hola de nuevo Piru, te he visto y le�do en revista amateur.
Est�s espl�ndida como siempre y por cierto Euge va bien armado. No te puedes
quejar.

Me alegra que haya matrimonios tan liberales como vosotros,
espero que os vaya bien. Besos (Fernando)

A mi querida y deseada Piru:

Te env�o un relato inspirado en ti que le puse de nombre "No
solo un recuerdo" y espero que sea de tu agrado.

"Es una tarde de primavera, de un septiembre c�lido y
apetecible. Estoy repasando la ropa, cosiendo botones, eso que hacemos las mam�s
cuando no tenemos nada que hacer. El tedio me puede y pongo la radio para que me
haga compa��a. Giro el dial buscando algo que pueda o�rse, hoy d�a la m�sica
parece un ruido infernal. Una melod�a me suena familiar y se oye una voz, es la
voz de Alberto Domber anunciando Canciones y poemas de tierra adentro. De pronto
empieza a sonar una milonga pampera, la milonga del pe�n de campo de Jorge
Cafrune: <<...Soy pe�n de la estancia Vieja, partido de Magdalena y, aunque no
valga la pena, anote que no son quejas...>>.

Una descarga el�ctrica me recorre el cuerpo y a mi mente
vienen Cl�maco y Cipriano, dos peones de la estancia del Marqu�s, en la orilla
Montielera, all� por Sauce Norte. Yo iba en tren a Altamirano, era un viaje
largo y lento, insoportable para una chica de 23 a�os. Recuerdo que la
calefacci�n y el traqueteo del tren me produc�an una extra�a sensaci�n de agobio
y claustrofobia. Eso hac�a que me moviera constantemente en mi asiento. Estaba
en un compartimiento para seis personas, pero en aquellas �ltimas 14 horas de
viaje el tren estaba pr�cticamente vac�o, as� que estaba sola en la cabina. Sal�
al ba�o cuando me los encontr� una cuantas cabinas m�s all�. Estaban comiendo
carne seca y tomando vino. Sobre los asientos ten�an los ponchos y una guitarra.
Me hicieron se�as para que entrara y yo les hice entender que iba al ba�o.

A la vuelta estaba Cipriano esper�ndome en la puerta, como
para asegurarse que aceptar�a su invitaci�n. Entr� y com� un poco de carne y
tambi�n beb� (�Hay de m�!) un par de tragos largos de vino, mientras ellos
cantaban tangos y milongas, coplas pampeanas con acento ininteligible y patente
desatino, as� que me disculp� y volv�a mi cabina.

Al instante de acomodarme Cipriano toc� la puerta, la abri� y
me dijo "con su permiso vamos adentrar, aunque no semos convidaos". Les hice un
gesto de aprobaci�n. Entraron y sin decir esta boca es m�a, Cl�maco se sac� la
minga, se vino hacia mi y, ante mi incredulidad, me la meti� en la boca. No se
c�mo lo hizo, pero de repente me encontr� chup�ndole la minga. Cipriano me
separ� las piernas y me quit� las bragas y, antes que pudiera darme cuenta, me
estaba cogiendo brutalmente. Era incre�ble, sin mediar palabra alguna ten�a una
minga en la boca y otra en la concha.

Poco a poco fui reponi�ndome de la sorpresa y pens� "Qu�
carajo", qui�n puede resistirse a una oportunidad como �sta, pero la cosa estaba
para actuar y no pensar. Cl�maco me larg� en la boca lo que pareci� medio litro
de semen. Le empuj� y me deshice de Cipriano y escup� lo que ten�a en la boca.
Me ofrecieron vino para aclararme la boca. Una vez limpia les dije que si
quer�an cogerme tendr�an que seguir mis condiciones y nos desnudamos los tres.
Hice que se sentaran uno enfrente del otro y me volv� a meter la minga de
Cipriano mientras se la reanimaba a Cl�maco. Cipriano me golpeaba el trasero con
sus empujes brutales, cuando de pronto sac� su minga y se corri� sobre mi
concha, llen�ndome los pelitos de leche y luego, con la mano, me la esparci� por
toda la vulva.

Volv� a enfadarme con �l y lo mand� a buscar agua para
lavarme. Al poco apareci� con un cuenco de agua y una navaja para rasurar. Me
sent�, me abri� bien las piernas, me lav� la concha con gran delicadeza y luego
me la afeit�.

Cl�maco estaba empalmado a reventar, su minga era un puro
palo de fuego, apart� a Cipriano y se tir� a com�rmela, con la avidez y el deseo
del pe�n, bruto pero noble, sin delicadez y sin malicia. Jam�s nadie volvi� a
com�rmela como �l aquella vez. Qu� placer da que te coman el co�o reci�n pelao.
Cipriano me ofreci� su minga y all� est�bamos los tres chupa que te chupa.
Cl�maco me la meti� hasta el fondo y sus vaivenes sonaban a pisadas sobre el
fango. "Empuj�, empuj� paisano �dec�a Cipriano- gozala que est� linda as�
nom�s". Cipriano estaba a tope, le cog� los huevos y los acarici� con una mano,
pas�ndomelos por los dedos. Me larg� en toda la cara �de d�nde sacan tanta leche
los peones?, no puedo entenderlo.

Y all� estaba yo, con los dos peones, la cara llena de leche
y gimiendo de placer mientras Cl�maco me pose�a brutalmente y Cipriano me
manipulaba los pechos como si fuera a orde�arme, era una locura. Notaba la minga
bien adentro mientras mov�a el culo r�tmicamente para acompa�arlo, la leche me
resbalaba por la cara y se me colaba en la boca. Apenas pod�a articular palabra,
solo un gemido entrecortado por una respiraci�n cada vez m�s pronunciada. Ten�a
la sensaci�n de que me iba a dar un ataque al coraz�n. Al final Cl�maco se
corri� sobre mi est�mago y mis pechos. Estaba empapada en sudor, sucia, remozada
en semen y...feliz. Hab�a cogido como nadie hubiera podido imaginar, dos peones
brutos como nadie me hab�an proporcionado un placer inimaginable.

Me regresan a la realidad los gritos de mi hija: "Mami, mami,
te est�s volteando la concha con el mango del cepillo del pelo, �te estabas
masturbando, mam�!".

Un beso muy fuerte (Santi)

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