La intimidad
Con una mirada cargada de lujurioso erotismo la tom� de la
mano y la hice salir de la ducha; le pas� un brazo por entre sus piernas y el
otro por debajo de su espalda; la alc� en vilo y la cargu� hasta la cama en su
cuarto; la deposit� lo m�s suave posible y me qued� observ�ndola con fijeza
animal. Ella tendida all� como una maja desnuda y con sonrisa de Monalisa me
inquiri�:
-"�verdad que me vas a acariciar todita?; �verdad que
estoy muy riquita?, mira mi colita, mis senitos, los labiecitos de mi cosita,
mis muslos, �lo tengo todo bueno, verdad?"-.
Como respuesta me tend� a su lado boca arriba y tom� una mano
suya para posarla sobre mi erecta y enhiesta hombr�a; ella, distra�damente, la
encerr� entre sus largos dedos presion�ndolo; la mir� interrogativo: -"�c�mo
quieres que te la acaricie?...Je, je, je, je, je"-.
Lo solt� y se sent� de inmediato a mi lado, me mordi�, muy
tempestuosamente, ara��ndome el pecho, al tiempo que me reclamaba fingiendo
estar muy ofendida.
-"Eres un verdadero e insolente incorregible, no dices
nada y al final s�lo me preguntas c�mo acarici�rmela; no pues, �por qu� nos
haces sufrir?............
Hazme lo que t� quieras; soy tu promesa, hazme tuya, muah,
muah, muah, muah"-.
Mientras ella monologaba suspirando, hend�a sus dedos
en mi tupida cabellera negra y cubr�a de besos mis acaloradas mejillas.
Ir�nico observ�: -"Catirita, no le pongas tanto teatro a
la funci�n; t� quieres sentir mi presencia en tus �vidas entra�as, ellas
reclaman anhelantes por �l -se�al�ndoselo- no le des vuelta a la cosa y d�jame
complacerte para tambi�n sentirme satisfecho; je, je, je"-.
Con estas �ltimas frases m�as se convirti� en un verdadero
cicl�n devastador; me golpeaba furiosa con la almohada; sus senos se agitaban
fren�ticos y sin rumbo; su pubis coqueteaba entre sus muslos e ingles; yo me
burlaba y proteg�a mi virilidad de sus desordenados y virulentos ataques.
-"S�lo eso es lo que quieres, verme llorar por ti;
descarado, �por qu� me tratas as�?, �qu� te he hecho?, sinverg�enza, atrevido,
odioso, feo, malo; �ay, no pues! ........"-.
Mi respuesta a su reacci�n fue simple: -"ven, no exageres
la nota, no es para tanto"-.
Se lanz� sobre mi pecho y me clav� sus u�as en mis caderas:
-"pa�que te duela bastante, desca.........; ay, eres mi no
s� qu�, no s�.........."-.
Y hundi� su rostro en mis hombros para esconder sus secos
sollozos.
Le acarici�, sonriendo silenciosamente, en todas sus dotes
corporales a mi alcance esperando que se calmara un poco y luego le susurr� a su
o�do frases empalagosas sobre ella y sus virtudes:
-"preciosura linda, d�jame arrullar con mis labios las
ninfitas de tu cosita sabrosita; tu p�bica vellosidad, rozar tu perlita, besarte
y morderte tus lindas nalguitas; deja que mi lengua te arrulle tus botoncitos y
toda la fragante y delicada intimidad tuya, d�jame.."-.
-"Lulito, �me vas a hacer todo eso?, �s�?, ay, eres un
amorcito divino, muah"-.
Alz� sus ojos refulgentes de alegre lujuria hacia m� y se
tranquiliz�; me inquiri� qu� deb�a hacer:
-"�c�mo me pongo?; �c�mo me acomodo; �acostada o sentada?;
dime c�mo....."-.
-"Ven, Catirita linda, te hincas y envuelves mi torso
entre tus muslos y te sientas sobre mi pecho; ; luego vas acercando tu perfumada
frutica a mi boca ..........
Mis labios y mi lengua te mimar�n esa perlita repleta que
tienes all� escondida.......
No tengas miedo que no te har� da�o; te la voy a acariciar
toda tu cosita rica que est� muy ansiosa y anhelante; ven mi lindura"-. As�
la animaba yo.
Entonces musit� feliz y vacilante: -"tan delicado y lindo
que hablas, qu� dicha escuchar tus frases; s�, har� todo lo que me digas; qu�
pispo te expresas, ay me vas a,..... no pues"-.
A mi mente vinieron las bastas y ordinarias palabras de la
Negra bullanguera.
<<Tan pulcro,
rebuscado y fino que habl�s, jueputa, ji, ji; la Mona sonsa
-tonta- se va a encacorrar -enamorar- de vos cuando te conozca un
poco m�s; a ella la matan los
berracos
pelinegros con buenos modales, la vas a poner de una a la g�evona esa, ji,
ji.>>
|
Y se sent� a horcajadas sobre mi pecho, yo enlac� sus nalgas
por detr�s suyo con mis brazos y entrelac� mis manos; as� comenc� a empujarla
hacia m� para poder realizar lo que ella tanto estaba deseando: <<que le
acariciase golosamente sus labios vaginales, su cl�toris, su vellosidad p�bica>>.
Ella iba acomodando su pubis sobre mi rostro luego de alguna
inseguridad y temor a lastimarme; pensaba que dificultar�a mi respiraci�n o el
peso de su cuerpo sobre mi pecho me har�a pasar aprietos; all� tom� conciencia
de que no era solamente carne lo que ella quer�a, sent�a algo por m�.
-"Ay, tengo miedo de que te me ahogues; �c�mo te la pongo
en tu boquita sin.....?; �as� est� bien?, dime, �as�?..�s�?, ay, no s�, dime
c�mo me siento, �ahora est� mejor?, �puedes respirar bien?, dime Lulito, dime
pues, ay no...."-.
Miraba hacia abajo buscando mis ojos; su cabello ca�a en
cascada radiante sobre sus apretados senos; �stos, coronados por sus rosados
pezones, se sacud�an firmes con el movimiento de su torso; los perfumes de su
bajo vientre inundaban mi nariz; ella se preocupaba.
-"�As�?, ay dime pues, ya estoy muy cerca de tus labios;
s�, ya siento tu respiraci�n en mis vellitos, como una brasa quem�ndome"-.
Sobre mi pecho dejaba una se�al clara e inequ�voca de sus
zumos rec�nditos; el calor de sus muslos e ingles en mis mejillas me enardec�a;
con mis manos, entrelazando sus nalgas, la acerqu� m�s: -"mi ni�a linda;
�sientes mi lengua?"-.
Ella, haciendo un esfuerzo de equilibrio f�sico y mental,
acopl� su inc�gnita historia femenina sobre mi boca; mi lengua empez� a
juguetear con ella para entera y una casi delirante satisfacci�n suya.
-"Espera y me acomodo bien; s�, ay, s�, muy lindo; ahora
s� siento ah� toda tu lengua en mi perlita, qu� cari�itos me le haces ay, d�mele
muchos chupitos.......
S�, y; �ayyy, con cuidado, me halaste unos vellitos!; ay, qu�
tan rico, divino y lindo me haces, lindo, ay divino, ay.... �qu� dicha es todo
esto!"-.
Me ba�aba con su sudor �ntimo; yo ten�a acceso directo a toda
su vulva; empec� a engullir las ninfas rosadas de su vagina con mis labios
aprision�ndolas muy suave y lentamente, absorbiendo todos sus flujos; halaba sus
densos vellos; con la lengua horadaba en el interior de su gruta y le frotaba su
clit�ris con la misma. Por las comisuras de mis labios y barbilla escurr�a
abundante la expresi�n de su excitada y lujuriosa satisfacci�n.
Coloc� sus manos sobre mi frente para apoyarse y no caer
hacia adelante; respiraba muy entrecortadamente y suspiraba levemente: -"s�,
as�...., m�s....., suavecito Lulito; mi vulvita presa de tu boquita; mi perlita
y tu leng�ita; s� todo, labios tan divinos los tuyos"-.
Al principio yo hab�a sentido que estaba algo intranquila
pues sus muslos hac�an una tensa presi�n sobre mis mejillas; le comenc� a
masajear las plantas y los dedos de sus pies; y as�, poco a poco, se hab�a ido
relajando; entonces, descarg� todo su peso sobre mi pecho pudiendo mi lengua
tener m�s f�cil acceso a su intimidad femenina. Mi rostro buceaba entre sus
muslos y pubis.
Yo la acariciaba con mucho esmero y cuidado, incluso hasta
cari�o; quer�a que disfrutase al m�ximo con mis atenciones; no debo negar que
por ella sent�a algo m�s que la pura necesidad f�sica de poseer su cuerpo, de
fornic�rmela e irrigarla. Era otro sentimiento diferente.
Ella captaba tambi�n este comportamiento m�o, pues mientras
yo intentaba concentrarme para proporcionarle un mayor deleite; ella jadeaba
r�tmica y de sus labios se escapaban tiernas frases reflejando su satisfacci�n,
as� como un cierto afecto hacia m� originado por mi forma de tratarla, que le
transmit�a un interminable placer. Ello me lo dir�a en otra ocasi�n.
Yo segu�a masaje�ndole con mi lengua y boca para dicha suya;
sus dedos se hend�an vehementes en mi tupida cabellera.
-"Con mucha suavidad; ay, esa leng�ita divina tuya; me vas
a hacer enloquecer con tanto cari�ito y tanta delicadeza, s�, as�; ay, qu�
dichosa soy... �por qu� hasta ahora?"-.
Me emocion� tanto con sus palabras y retorceduras sobre mi
rostro que la enlac� por su cintura y la tir� lentamente hacia abajo para
adue�arme totalmente de sus tremulantes carnes; ella, algo sorprendida, pregunt�
susurrante: -"�qu� me vas a hacer?; �qu� linda intenci�n tienes?"-.
La hice tender de medio lado mientras segu�a absorbiendo y
chup�ndome sus jugos; mi rostro se atrincheraba en medio de sus blancos y
convulsionados muslos; su pelvis se refregaba ansiosa sobre mi rostro; le tom�
sus manos y mis dedos enlazaron los suyos para transmitirle sosiego.
Una vez logrado mi objetivo estir� un poco m�s mi cuello y
comenc� a recorrer con mi desbocada lengua su perineo y sus nalgas, mordi�ndole
las blandas y tersas carnes de sus asentaderas; en mi boca se mezclaban todos
sus sabores, mis labios y lengua eran receptores de su excitaci�n; ella suspir�
honda y profundamente dejando escapar una leve frase ansiosa y expectante.
-"�Me vas a acariciar �so con tu leng�ita?, �s�?, eres un
amor, espera y me acomodo, no te quiero hacer sufrir; ves; as� es mejor para ti,
es todo para tu boquita, �qu� lindo!"-.
Ech� entonces su pierna hacia su pecho dej�ndome todo el
espacio libre para que as� yo tuviera un acceso m�s c�modo a toda su zona
perineal.
Ella, entretanto, comenz� a frotar muy distra�damente mi
miembro, esperando el momento en que mi lengua le asaltase su <<�so>>, no
la hice sufrir mucho; inici� mi babeante recorrido en su cosita rica y luego
segu� hacia mi objetivo.
Era una posici�n bastante inc�moda para m�, yo respiraba con
dificultad ya que mi nariz casi se incrustaba entre sus ninfas y labios; mis
ojos, si los abr�a, eran v�ctimas de sus humedades y vellos; pero no quer�a
cometer error alguno; por ello decid� <<sacrificarme>>; deseaba poseer,
f�sica y espiritualmente, esa belleza durante mucho tiempo, y para lograrlo
estaba dispuesto en ese instante, incluso, a <<ahogarme>> en su
inundaci�n vaginal.
Hice un corto alto para tomar aire suficiente y quitarme unos
pelitos suyos de mis embadurnados labios, los coloqu� sobre mi glande para que
�ste fuese ya conociendo la vellosidad que habr�a de encontrar despu�s; entonces
aprision� m�s fuerte a�n sus caderas para dirigir sus reacciones.
Me lanc� hacia su aterciopelada lanita anal; mis labios le
halaban sus vellos haci�ndola gemir ahogadamente; mi lengua le lam�a circulando
su ojito y luego simulaba un intento de muy corta penetraci�n en su <<�so>>;
�ste se contra�a indefenso; mis dientes le mordisqueaban la interna carnosidad
de sus asentaderas; mis brazos la sosten�an con firmeza.
Ella suspiraba, gem�a, imploraba, gimoteaba, apagaba sus
lamentos mordi�ndose sus manos y dedos, tiraba de mi cabello, hab�a dejado ya de
juguetear con mi miembro pero segu�a jadeando intensamente lo cual me constataba
as� que esa zona suya era muy sensible; ello hac�a que me excitase con la real
penetraci�n que vendr�a un poco m�s tarde; ese d�a, en la tarde o en la noche.
Frases cortas y entrecortadas sal�an de su boca: -"ay, s�,
m�s mi Lulito lindo; eres un amor, un.. ay... no s�, mis...., mi... ahhh, ay..,
s�, ah�, ah�, s�, mi colita, muah, qu�,... uhmmm"-.
Sus manos tiraban de mi pelo caus�ndome cierto dolor, pero no
me importaba porque segu�a haci�ndola disfrutar y, as�, asegur�ndome sus
preferencias y favores sexuales para el futuro.
Qu� diferencia en comparaci�n con su amiga la Negra
bullanguera; esto s� era hacer el amor como lo conoc�a yo con mis europeas
anteriores; en lugar de meterlo y sacarlo despiadamente.
Se calm� y qued� quieta suspirando, comenz� a halarme hacia
ella:
-"ya no m�s, me dejaste sin fuerzas; ya est� bien,
abr�zame bien fuerte, aahh divino"-.
Ces� de acariciarle toda su genitalidad y me fui arrastrando
hacia ella hasta que me coloqu� a la altura de su rostro. Con dulce embeleso y
mucha ternura, me abraz� y comenz� a lamer mi rostro brillante por sus efluvios
vaginales:
-"mira tu cara toda enjuagada con mis juguitos; pobrecito,
d�jame y te los quito, d�jame limpiarte la cara con mi lengua; aqu� tienes m�s,
muah, dame tus labios, muah; tienes un sabor a m� en todo tu rostro, muah, muah,
muah, muah"-.
Su lengua recorr�a todo mi h�meda faz; no paraba de hablar
entrecortadamente sin cesar de leng�etearme y chupetearme las mejillas.
-"Me hiciste muy divino ahi, en <<�so>>, un sue�o
delirante; ay qu� dichosa me siento; te quedaste con todos mis zumos y n�ctares,
como un chupaflor*..... [*Colibr�].....
Eres tan tierno, me halaste tan cari�osamente los pelitos;
toda mi colita en tu boquita, qu� felicidad; ay, no sab�a que era tan rico
sentir que le muerdan y chupen a una ah�.....
Tu loca y h�bil leng�ita lami�ndome y lambi�ndome todo
<<�so>>; una eternidad quisiera tenerte ah� embriag�ndote con mis �ntimos
flujos......
Gracias mi Lulito lindo, ay me vas a hacer enloquecer con
tanta ternura, ay, ay, ay, divino, divino, qu� feliz me haces, divino, muah,
muah, muah"-.
No sab�a qu� hacer, la tuve que calmar:
-"ven, mi Catirita preciosa, ya est� bien, c�lmate,
c�lmate, abr�zame"-.
Por fin se soseg� y me pregunt� c�mo me hab�a sentido.
-"�Est�s bien?, �te estruj� con mis piernas?, perdon�me,
pero ya no me pod�a controlar..
Perdona pero no sab�a d�nde estaba, casi ni sent�a mi cuerpo,
ay qu� divino me hiciste pasar, tus mimos y cari�os me hicieron enloquecer; tu
leng�ita en mi cosita me hizo temblar; divino, divino, divino"-. No hallaba
otro calificativo para expresarme su placer.
Le respond�, entre ahogos respiratorios:
-"t� eres una fruta paradisiaca y me dejaste disfrutar de
ella...........
Tu frutica es muy jugosa, tu ansiosa perlita es como un
caramelito amielado.....
Y tu firme culito un manjar inagotable; mi virilidad te lo
quiere mimar muy pronto"-.
Se lanz� sobre m� buscando refugi� y calor en mis brazos y
piernas, su cabello rozaba insistente mi pecho; alz� un poco la cabeza para
mirarme melosa:
-"me dices cosas tan hermosas; que soy tu delicia, tu
caramelo, tu fruta del para�so; voy a perder la raz�n si me contin�as piropeando
tanto y tan seguido.........................
Ay, s�, ser� todo tuyo, y s�lo tuyo, pero deja que me calme;
estoy muy excitada y quiero que nos disfrutemos ambos; ahora no podr�a.........
Hoy todav�a tenemos mucho tiempo; deja y te seco la cara,
tienes todo lo m�o, espera, aqu� tengo la cobija, muahhhh"-.
Termin� de secar mi rostro y tiernamente me estamp� un beso,
incluso hasta algo enamorada, pens� yo; la dej� hacer su tarea, mientras le
admiraba toda la lozan�a y frescura de su cuerpo:
-"eres muy bella, demasiado bella; tus senos una fruta
madura; tus rosetas aureoladas y rosaceas; tus botoncitos son una corona divina,
para darles muchos cari�itos, muchos"-.
Se admir� sus senos y muy coquetamente cambi� la conversaci�n
se�alando hacia mi pubis; sonriente, complacida, p�cara, sensual, observ�:
-"est�n linditos, �y te gustan mucho, verdad?; ay, pero
mira c�mo lo tienes, ji, ji; est� todo ansioso, deseoso, goloso, qu� pispito es,
tan briosito y orgulloso, muy terso pero fibroso y qu� impaciencia la suya;
divino, una adoraci�n.., y ser� m�o, de ella"-.
Lo hice palpitar y catapultar un par de veces; ella,
entonces, lo tom� con una mano y con la otra corri� todo el prepucio hacia
atr�s, lo contempl� con tierno embeleso: -"hoy la har� gozar m�s, seguro, qu�
dicha para ella, muah, muah, y para �l tambien"-; y cerr� los ojos sin
soltarlo.
Reflexiones y confesiones
Estuvimos un rato tendidos, nuestras piernas entrelazadas;
contempl�ndonos fijamente en silencio y acarici�ndonos, vestidos con nuestra
desnudez; s�lo se o�a el mudo coro de nuestra respiraci�n y los chasquidos de
los picoteos, chupeteos; mis dedos en lo suyo, sus manos con lo m�o.
Se apart� algo y coloc� su cabeza sobre la almohada para
mirarme de arriba a abajo; yo la ve�a y observaba como siempre, es decir intensa
y duramente haciendo que se sintiera algo insegura.
Tom� una de mis manos para bes�rmela con cierta pasi�n; con
la otra me tasaba, masajeaba, palpaba mi erecci�n, permanec� silencioso; ella,
entonces, me habl� muy curiosa.
"�Por qu� eres tan serio?; no sonr�es, o muy poco; miras
como un le�n listo a atacar a su presa; dime, �soy una presa para ti?; nos vas a
matar con esa seria indiferencia tuya...... Elena se desespera cuando te ve
venir de la uni y traes esa expresi�n de dura firmeza. <<As� lo debe tener>>, me
dijo un d�a; <<teso y penetrante como su mirada>>"-.
Ella se sonroj� al decir la frase anterior y yo preguntarle:
-" ah� lo tienes, dime, �c�mo es?"-.
Balbuce� vacilante: -"lo sabes mejor que yo, descarado; me
quieres, ay no s� qu� me quieres hacer, eres tan raro, pero en el fondo muy
querido; tus ojos, aunque acerados son cari�osos, hasta dulces, qu� raro eres;
dime algo, no te calles"-.
Y silenci� su soliloquio mientras yo la observaba. No s� si
ella se percataba de mi inter�s, creo que s�, porque de lo contrario no habr�a
dicho ni expresado frases como las reproducidas arriba. Ello la hac�a rabiar; no
eran solamente su culo, sus tetas y su vulva lo �nico que me interesaba; sino
ella como persona y mujer, pero yo callaba al respecto.
Dej� de pensar en sus fascinantes atributos, pues tambi�n me
llamaba mucho la atenci�n su forma de hablar y expresarse, era muy diferente a
la Bullanguera y mis compa�eras en la uni.
-"T� no hablas como Elena, tu expresi�n verbal es algo
distinta a la de ella, t� no fuerzas tanto la acentuaci�n en la �ltima s�laba al
tutear; s�lo cuando est�s alterada, nerviosa o con tus amigas; y tampoco
utilizas siempre el t�pico vos de esta regi�n, �por qu�?"-.
Yo le amasaba y estrujaba ardorosamente sus firmes nalgas.
-"Aayy, no pues, d�jamelas en paz, si me las sigues
apretujando as� me van salir manchas moraditas, ayy...........su�ltamelas pues y
te cuento, o explico ..............
Eres muy observador, por ello quiz�s hablas muy poco; oyes,
escuchas y te grabas esas cosas dichas por los dem�s...........
Qued� huerfana muy ni�a y me educ� un t�o; con �l viv� un
tiempo en Caracas, San Andr�s, Puerto Rico, Nueva York y Miami, all� me mand� a
colegios de muy alto nivel.....
Estudi� algo all� de econom�a y s� ingl�s muy bien;
�contento?, �satisfecho?, �s�?......."-.
Ella me explicaba y, muy distra�damente, se entreten�a con mi
virilidad; aparentemente le fascinaban su dureza y tama�o. �"Tan recio este
pajarote tuyo, uuhhmm; perd�name"-.
-"Ahora comprendo por qu� eres una chica tan bien
educadita, de buenos modales, incluso hasta muy finos, y tu vocabulario,.... se
nota que lees mucho y que has le�do bastante"-; le respond� al tiempo que
recorr�a con mis dedos, ar�cnidamente, su tersa espalda.
-"Lulito, tanto piropo tuyo me abruma; mejor arr�llame en
tus brazos; me gusta m�s cuando tus manos y dedos exploran mi
cuerpo.......Hablas tan lindo que me sonrojas y ruborizas con tus
palabras..........
Mejor descifra los misterios de mi cuerpo, hazlo que se
exprese, que te diga algo"-.
Record� que a�n no hab�a tenido el placer de disfrutar
totalmente de sus favores sexuales, decid� tratarla con algo de cari�o, tal y
como lo ped�a. Volv� a la carga, ya que ella estaba deseosa de ser mi presa
tambi�n. A cazar, me dije. Me llev� los dedos �ndice y coraz�n de mi mano
derecha a mis labios, hice con ellos un simulacro de beso y los fui depositando
en su erogenidad palpable.
Luego, me arrodill�, inclin�ndome hacia ella, y comenc� a
besarla ya directamente con mis labios lascivamente h�medos; este gesto la har�a
reaccionar; �c�mo?, no sab�a.
Se dej� acariciar en silencio, al llegar yo a su cosita rica
dejo escapar un profundo suspiro:
-"uhmmm, eres tan tierno conmigo; a Elenita no le haces
como a m�; �verdad que no?"-.
No s� si esa ingenuidad era fingida o real; la mir� imp�vido
y le contest� con sorna burda:
-"a ella le hago otras cosas que t� no sabes; a ti te
quiero hacer cositas que s�lo lo sabremos t� y yo, ser�n nuestros
secretos,....... �happy?"-.
Se desat� en cortos lamentos: -"eres un incorregible, pero
apetecible; ay, deber�a odiarte, ser�a lo l�gico; pero no, al contrario, esa
seguridad tuya me cautiva; ven para ac� descarado; hoy ser�s s�lo para m�, ven y
me haces de todo, no me hag�s esperar m�s"-.
Tom� una de mis manos haciendo que le palpase su exuberante
intimidad; de ella emanaba su lujuria irrefrenable extendi�ndose por todos sus
alrededores: -"t�came y ver�s c�mo estoy, pues,... dime, dime, �c�mo?"-.
Se la acarici� suavemente, dos dedos m�os resbalaron hacia su
interior; luego, me los llev� a la boca: -"tus juguitos saben a gloria,
quiero apagar mi sed con ellos"-.
Su entrega total
No soport� m�s, se levant� arrodill�ndose en frente m�o, yo
hice lo mismo y quedamos frente a frente contempl�ndonos extasiados; camin� de
rodillas para acerc�rmele hasta abrazarla; ella vio que mi miembro buscaba un
refugio:
-"tan pobrecito �l, quiere esconderse y no sabe d�nde; yo
le muestro un lugar acogedor, agradable para �l; aqu�, s�, ah� estar� bien, muah"-.
Abri� la ojiva de sus piernas para que �l se refugiase y
rozase sus labios vaginales, as� como su cl�toris; luego las cerr� presion�ndolo
con ambos muslos.
Alz� su vista hacia m� y musit�: -"as� como en la ducha,
s�, as�, ji, ji, ahora lo tienes m�s durito, y m�s caliente, est� ardiendo; �por
que Lulito rico?, �por qu�?, �ansias de..?, �s�?, �ansias de......ella?,
pobrecito, tan lindo �l"-.
Para que se pusiera m�s rom�ntica le contest� muy bajamente:
-"eres t� preciosura, t� lo �xcitas y �l quiere que lo
disfrutes al m�ximo; te quiere deleitar para que delires de placer, de dicha
carnal y espiritual,...... �l quiere abrir y destapar ese secreto tuyo.....
Ven, tend�monos otra vez, �l quiere amar a su princesa, �l
desea que este acto amoroso sea celestial; que t�, al llegar a tu �xtasis,
sientas repicar alegres campanitas de cristal en ti; te quiere hacer temblar de
felicidad"-.
Estas palabras m�as causaron en sus ojos una humedad
lacrimal; se tendi� de espaldas; sus pupilas brillaban con las incipientes
l�grimas; coloc� una mano sobre mi mejilla y me confes�:
-"nunca antes me hab�an dicho cosas tan lindas como las
que acabas de decirme: amarme y hacerme sentir como una princesa; eso nunca lo
hab�a escuchado.........
Me vas a volver loca con tu verbo; �eres sincero?, o, �es
s�lo para hacerme tuya?.....
Les dices a todas lo mismo; seguro que s�, eres tan c�nico
con nosotras, las mujeres....
Si te gusta una, la conquistas con tu engre�da seriedad
indiferente, le dices estas cosas, la usas hasta asquearte para despu�s mandarla
al diablo; �verdad?.......
�Cierto qu� es as�?.........; a ella la tratas brutalmente
hasta saciarte y hartarte, luego la dejas ah� tirada y hecha <<un mont�n de
h�meda carne palpitante de dolor, l�grimas, ah�ta de todo eso tuyo>>; �y
placer?, s�lo el tuyo.......
Ni la miras y te vas, sin besito ni nada, sin siquiera un
hasta luego; odioso eres con ella, la pobre llora desconsolada cada vez que se
queda ah� solita; no s� qu� decir, uuyssss"-.
Yo disfrutaba con su soliloquio, pero no quer�a dejar escapar
mis reacciones pues sab�a que con esa t�ctica la estaba atando a m�; adem�s,
debo repetir que no era s�lo el querer penetrarla, fornicarla e irrigarla y
luego levantarme de su lecho dej�ndola all� tendida sola con sus sollozos y
reproches; pues, de lo contrario no habr�a prolongado tanto las caricias y
di�logos.
Con La Negra, por ej., ya la habr�a cogido varias veces hasta
regurguitar, como ella acababa de echarme en cara y luego me habr�a ido al cine
solo; pero con ella era algo diferente. Sin responder a sus preguntas le susurr�
que se acercara m�s:
-"preciosura, no llores as� que te ves muy mal con tanta
lagrimita, t� eres muy lindita, no te pongas as�......
Ven y te demuestro que te aprecio mucho; ven, mi princesita
dorada, te quiero llevar al para�so del �xtasis...................... Dame todo
lo lindo tuyo y te dar� todo lo m�o; no te har� da�o, m�rame, �quieres esto?,
ven....., ven...."-.
Se sec� sus l�grimas con la punta de la s�bana, se arremilg�
a mi lado, y se aprest� a que yo la complaciese diciendo:
-"me halagas con tus palabras, haz conmigo todo lo que
quieras, soy toda tuya; ll�vame y c�rgame hasta d�nde te plazca; hazme
feliz......
S�, s�, ven y abres este cofre para que encuentres ese tesoro
m�o escondido; prueba con tu llave y descifras la clave de mi estuche;..........
seguro que es la correcta, ven"-.
No le respond� y comenc� a preparar el asalto de aquella
frondosa, voluntariamente, indefensa fortaleza femenina y encontrar su mina
escondida. Le susurr� muy tiernamente, una vez m�s:
-"mi Catirita preciosa, mi lindura; �l te desea complacer,
ven y mu�strale tu preferencia, t� eres su princesa, t� escoges y �l te obedece;
�l har� lo que t� le digas; �l satisfar� todo lo que t� le ordenes; ori�ntalo,
dile qu� debe hacer..."-.
Me mir� muy dulcemente y se dejo escuchar un simple murmullo
de capitulaci�n y entrega total:
-"c�mo �l quiera y d�nde �l quiera, ella s�lo desea sus cari�itos; sin que la
martirice con su fuerza; ella quiere gemir de placer con su hombr�a; no la hagas
esperar; arr�llala"-.
Record� la burlona frase del Zarco referente al polvo <<a
lo vaca muerta>>.
-"S�, �l te la va a acariciar para que ella calme su
ansiedad; ven lindura, ponte de medio lado; s�, as�"-.
Yo la cubr�a en cuatro; mi virilidad erecta y chorreante,
rondaba sus intimidades; ella anhelaba:
-"d�melo, s� , ah�, ya, s�, m�s; est� muy mojadita,
�sientes su humedad?; p�nmelo ah�, sin apuros, sin hacerme fuerza, con mucho
cuidadito"-.
Lo asi� y coloc� entre las ninfas de su vulva, �stas
arropaban la cabeza cosquille�ndola con sus vellos; hice presi�n lentamente para
que le fuese entrando suavemente en sus expectantes entra�as. �stas eran
apretadas, pero d�ciles y respetuosas permitiendo el acceso del extra�o.
El miembro chapoteaba en su alma vaginal excit�ndome
ilimit�damente. Para hacerla enternecer m�s le pregunt� a su o�do, lo que le
pregunt� siempre a todas: -"mi princesa dorada, dime; �te doli�?; �te hice
muy duro?; �te la estoy maltratando?; d�melo, �te estoy torturando tu cosita
riquita?........."-.
Me acall� con sus labios largamente, y me ara�� con pasi�n
las espaldas; ello me alegr� porque imagin� que con esos gestos me transmit�a su
gozo y dicha. Se apart� y murmulle�:
-"no; eres muy delicado y tierno, acar�ciame m�s as�, con
cari�o; abr�zame y no me sueltes, me haces sentir como una reina; me haces
sentir muy mujer; me haces olvidar todo,........ todo, todo, todo;....... al fin
encontraste tu tesoro y lo abriste; muah.....
Dame m�s de tu ternura que es para morirse de la dicha; hazme
flotar en alegr�a celestial, transp�rtame, ll�vame, arr�strame.....
Hazme llorar, t� eres la lagrimita de mis ojos; dame tus
carnosos labios embriagantes; acar�ciamela con toda la firmeza de tu viril
tersura; entr�gamele tu m�xima expresi�n....
No, eres un amorcito conmigo, soy tuya, �nicamente tuya; ella
es s�lo para �l; ri�gala con tu dicha; �mame m�s, c�breme m�s, dame m�s,
piquitos, uhm, uhm, uhm"-.
Ella suspiraba, me besaba babeante y jadeaba, yo le lam�a sus
aureolados pezones rellenitos y rosaditos, un bud�n esta catirita.
Apagu� sus palabras introduciendo mi lengua en su boca;
aument� el ritmo de mi balanceo para as� acelerar la eyaculaci�n, ya imparable;
de mi cuerpo se escapaba mi <<l�quida felicidad>> inund�ndola de
alborozo. Esper� hasta que mi virilidad abandon� sus entra�as para comenzar a
separarme de nuestra un�on; me tend� a su lado a escucharla dormitar; quiz�s
so�aba estar en el ed�n y ser la princesa elegida.
�Catira, es lindo hacerlo contigo! Al fin una mujer para
fornicar y amar. Cerr� mis p�rpados.
Su tranquilidad
Un rato largo despu�s sent�, entre mi dormitamiento, unos
dedos que recorr�an mi cuerpo; poco a poco fui abriendo los ojos para volver a
la realidad; ella apoyaba su cabeza sobre la almohada y me miraba absortamente.
Sus dedos jugueteaban ensimismados con mi genitalidad. Nos miramos en silencio
unos segundos; me arrecost� contra el espaldar de la cama, pues algo me
inquietaba.
-"�Qu� pasa?, �no te gust�?, �hice algo mal?, �por qu� me
miras as�?; dime, no me hagas sufrir con tu silencio, dime, �s�?, ac�rcate y me
dices qu� es, muah, d�melo"-.
Realic� un esfuerzo para coordinar mis pensamientos y le
solt� a quemarropa:
-"perd�name, pero no me puse un cond�n; tu me sedujiste y
se me olvid�, disculpa"-.
Se arrastr� para posar su cabeza en mi hombro y me propin�
unas tiernas caricias; luego se arremilg� en mi pecho y habl� muy segura:
-"no temas; desde que viniste a visitarnos estoy tomando
pildoritas; al d�a siguiente fui a la consulta de un ginec�logo y me las recet�.
�Qu� tan preocupado y amoroso eres!;
Muah, muah; yo vi que te ca�a bien y pens� que muy pronto,
quiz�s, nos estar�amos amando; habl� con mi amiga y decid� prevenirme, pues no
sab�a cu�ndo ser�a esa dicha..
T� no le pusiste mucho empe�o, ji, ji, ji, Lulito tan cre�do
y tan orgulloso, muah........
Pero, y ser�a lindo un reto�ito con nuestra mezcla, tu piel y
mi cabello o, tus ojos o los m�os, ji, ji, �no te parece?, una peladita* con mi
cara y tu pelo"-. [*Ni�a].
Su seguridad me asombr� y sorprendi�; sus bromas cautivadoras
me tranquilizaron. Cambi� el tema dando por terminado el asunto y me propuso un
plan o programa para esa tarde.
-"Tenemos todo el fin de semana para nosotros, hoy apenas
es viernes; vist�monos y vamos al cine; comemos en el centro y regresamos con
m�s deseos de amarnos; ahora ya no puedo m�s, me dejaste lista con tanta caricia
delicada que me proporcionaste.......
Y,...... y,........ no podr�a satisfacerte ahora, s�lo me
martirizar�as y no disfrutar�as; �me querr�as torturar?, seguro que no,
�verdad?; ........estoy rendida.......
Sabes, Elenita ya te lo dijo, y yo te lo repito: eres muy
fuerte, demasiado, qui�n se lo imagina, qu� dicha para m�; vamos a la ducha,
tengo muchos recuerditos tuyos en m�...
Mira c�mo me hiciste sudar, y t�, t� �st�s muy sudadito
tambi�n; aqu� s� te esforzaste mucho, qu� comprensivo eres......; �hacemos as�?,
�s�?, anda y dime que s�, dime algo y no calles, h�blame, muah, muah"-.
Hablaba y me besuqueaba ansiosa, nerviosa, contenta.
No le contradije y la levant� en vilo para irnos a la ducha,
ella musit� dichosa:
-"s�, c�rgame, soy tu princesa, eres mi due�o; divino, qu�
feliz soy, si lo supieras, si supieras; qu� dichosa soy en tus brazos; s�,
b�same la madeja de tu cosita, as�, ay qu� lindo, eres primoroso; eres mi dicha
cercana, muah"-.
Le husmeaba su pubis mientras la cargaba, ella soliloqueba
dichosa; est� lista, pens�.
Ella y mi ropa interior
Sac� de su armario unas pantaletas celestes bordadas con
encajes de flores, me llam� para que le ayudara a vestirse; yo sosten�a la
prenda suya con mis manos, ella coloc� sus manos en mis hombros e introdujo una
pierna primero y despu�s la otra, yo entonces la hal� hacia arriba hasta que su
intimidad qued� guardada all�; una mano suya acomod� la toallita protectora en
el sitio exacto; luego se visti� con el resto de sus ropas; cruz� sus piernas y
se sent� a esperarme.
Al ver mis calzoncillos lanz� horrorizada un grito burl�n:
-"�ay no pues, esos pantaloncillos tan horribles!, espera,
te regalo unos que te compr� y te los pones; pero esos tuyos tan feos no,
pareces un viejito, ji, ji, ji"-.
Fue hasta su armario y de otra gaveta extrajo unos de corte
deportivo, sin botones y con una cinta el�stica al talle; me los puse y ella se
me acerc�, se preocupaba mucho por m� apariencia:
-"d�jame y te los acomod�; as� no se te nota todo tu
bultico, qu� pena, ji, ji"-.
Lo tom� con su mano acomod�ndolo; sonrojada, me dijo con un
cierto soterrado entorno de celos:
-"Eres cargadito y muy percher�n; con esos pantaloncillos
tuyos se te forma un bulto grande y vas mostr�ndoselo a todas; pena deber�a
darte......
Eso fue lo primero que te not� Elenita; <<Monita, mir�le
semejante paquete>>, me dijo un d�a que ven�as de la uni y te estaba esp�ando
por la ventana...... Pero........
Estos son ce�idos y no dejan que tu Lulote cuelgue libre y
pendulante como campanario de pueblo...... D�jame y te lo acomodo para que te
cubra toda mi dicha, mi felicidad"-.
Yo se lo ense�aba, pues estaba morcilludo por su toqueteo.
Ella, demostrando ser muy segura de s�, s�lo murmur�: -"tranquilizate y
quedate quieto; as� est� bien, no te lo podr�n tasar, ap�rate y v�stete pronto
pues, para irnos al cine; por el camino te distraes y se te apacigua, muah...."-.
Continuar�. El cap�tulo siguiente se titula: Un cofre, una
llave. Cap.: IV - Noche de ronda.