Desde el Balneario con amor (1)

Esta ma�ana me he levantado pronto, a las siete me he despertado porque mi mujer no me dejaba ya sitio en la cama, estaba de mal humor y despu�s de asearme, he pedido mi caf� descafeinado, me he sentado en la terraza del balneario a leer un peri�dico de una localidad, con unas noticias no me interesan para nada.
Mi vida aqu� es bastante anodina, rodeado de personas jubiladas como yo, que se empe�an en divertirse a costa de hacer muchas veces el rid�culo.
Reconozco que soy bastante soso y un poco insociable, no s� c�mo entrar en esas conversaciones intranscendentes hasta el infinito, no s� qu� decir, pero a veces encuentro a alguien que saca un tema que me interesa, entonces parezco un loro.
El lunes fue un d�a que rompi� la monoton�a de siempre, a media ma�ana todos los d�as hacemos el circuito en la piscina termal donde cogidos a la orilla vamos pasando por los diferentes chorros de agua a tiempos regulares, unos detr�s de otros, no es muy divertido, aunque siempre hay quien grita o hace alg�n comentario gracioso.
A mi lado, sigui�ndome en el turno, hab�a una se�ora que ya me hab�a llamado la atenci�n porque destacaba all� donde estuviera, era s�per activa, en el baile, no paraba de bailar, en los juegos era siempre la primera, contaba chistes con mucha gracia y lo m�s importante para m�, es que se pod�a hablar cualquier tema con ella.
Ocurri� que en un chorro de agua tibia muy fuerte hacia arriba, me entr� el agua por el camal del ba�ador y se subi� hasta quedar mi polla y mis huevos a la vista, yo no me percat� por la fuerza del agua y la temperatura que tiene, pero la se�ora que iba detr�s de m�, que se llama Merche, me dijo�
--- Recu�rdeme ma�ana que me ponga detr�s de usted, pues al pasar por aqu� hay muy buenas vistas�
Yo la mir� y no me di por aludido, pues la piscina est� cubierta y cerrada, pero ella con los ojos me indic� que mirara hacia abajo y vi como mi polla levitaba en el agua como si volara.
Me qued� paralizado y sobre todo rid�culo, pues como es natural mi polla no estaba para un concurso, ella se ri� con una carcajada que en principio no me gusto nada, pero luego me pareci� hasta cantarina, me re� con ella tambi�n mientras que pas�bamos al siguiente aparato.
Le dije�
--- Lo siento, habr�a preferido que no la viera as�, ha tenido momentos m�s gloriosos.
Merche, que as� se llamaba, volvi� a re�r con m�s ganas que antes, pero poni�ndose seria me dijo bajito�
--- Esos momentos pueden volver con un poco de dedicaci�n, se lo aseguro.
--- Gracias por sus �nimos, pero creo que ya he llegado tarde a todos los sitios.
--- Jajaja que poca fe tiene, a veces los milagros existen�
--- Esto no lo levanta ni una gr�a, jajaja.
--- Seguro?...
--- Seguro
--- Apostar�a algo?
--- jajaja, claro, ya es solo un adorno.
--- jajaja si usted los dice�
Acabamos el circuito, me fui a mi habitaci�n, mi mujer ya hab�a llegado y se cambiaba la ropa para ir al comedor, sus tratamiento era diferente, barros, sales, spa, etc.
Yo me cambi� y salimos hacia el comedor, nos sentamos en la mesa asignada y me levant� hacia el bufet a ver que hab�a de comer, detr�s de m� con otro plato en la mano estaba Merche y me dijo�
--- Que tal, eligiendo el men�? Yo ya he mirado y aqu� no hay salchichas�
--- Mmm, s� que hay pero est�n guardadas, le contest� yo.
--- Que va a hacer despu�s de comer, la siesta?
--- Pues no, no acostumbro a hacerla, me pondr� a leer algo en el sal�n. Mi mujer si es de siesta.
--- Yo voy a hacer una ruta por el monte, a una fuente fresca. Si se anima a las 4,30 saldr�.
--- Vale, ya ver� si estoy dispuesto. No s� si tengo calzado para andar por el monte.
--- Con unas zapatillas sobra, est� llano y no demasiado lejos.
Sub� a la habitaci�n y me cambi� los zapatos, mi mujer me dijo que era una locura despu�s de comer, ella prefer�a la siesta y salir m�s tarde.
Baj� al sal�n y cog� una revista y me puse a releer, ya era un poco antigua del cotilleo de famosos.
--- Hola Luis, me llam� Merche desde el camino, te animas?
--- Si, voy ahora.
--- Hola Merche, no andes muy deprisa que no estoy acostumbrado a los caminos de tierra.
Lo cierto es que el camino era llano y bajo los grandes �rboles no hac�a calor, me fije en Merche y me gusto que era delgada, casta�a de pelo, con un pecho bastante alto todav�a y con un culo no demasiado ca�do, pero sobre todo me llam� la atenci�n que no ten�a nada de vientre, la cara sin ser guapa, era resultona, sobre todo muy alegre, y siempre sonre�a.
Estuvimos hablando de varios temas, me cont� que era viuda varios a�os y que pasaba algunos d�as del verano en los balnearios acompa�ada de una amiga que se llamaba Tere y que estaba separada.
Yo tambi�n le contaba mi situaci�n, casado con una mujer en la que coincid�a en muy pocas cosas, pero reconoc�a que era culpa m�a, era muy aburrido.
Fuimos andando y aunque era casi siempre en la sombra, hac�a calor, llegamos a un claro que se divid�a el camino y me dijo�
--- Si le apetece vamos por este camino, es un poco mas de cuesta, pero m�s corto.
No tuve que objetar y efectivamente, hab�a subidas y bajadas y se sudaba m�s, al pasar por una roca saliente como una visera sobre el camino, me dijo�
--- Quiere que descansemos aqu� un rato? Hace bastante calor.
Nos sentamos bajo la roca, el suelo estaba cubierto por arena fina y limpia. Yo me quite las zapatillas y alguna piedrecita molesta. Merche me dijo�
--- Uff, que calor, le molesta si me quito la camiseta?
Antes de poder responder yo, ten�a la camiseta en la mano, y se quedaba en sujetador, bastante bonito por cierto, me gusto ver con que naturalidad se lo quito, aunque procur� no mirarla directamente para que no se sintiera inc�moda, aun as� me di cuenta que usar�a la talla 95 y que se acoplaba perfectamente a sus tetas, llevaba tambi�n unos vaqueros el�sticos que le marcaban un culito bastante apretado.
Se puso la camiseta bajo la cabeza y se tumbo a mi lado, yo miraba a los pinos para disimular mi excitaci�n.
De momento se incorpor� y me dijo�
--- Ah! Tenemos una apuesta pendiente, la mantiene?
--- Yo? que apuesta?
--- Ya no se acuerda? Me dijo que no se levantar�a eso que nadaba esta ma�ana en la termal.
--- Ah! Bueno, apostar�a lo que fuera, estoy completamente convencido, ya hace muchos a�os que no la uso.
--- Tonter�as, d�jeme probar, si gano, esta noche bailar� conmigo.
--- Yo? ni hablar, soy un pato mareado, parece que tengo las piernas al rev�s, una calamidad, olv�dese de bailar.
--- Bueno, as� el reto ser� mayor.
--- Usted no sabe lo que lo he intentado, revistas, pel�culas porno, nada.
--- No se� quiz� hay mas m�todos�
Se acerco a m� y me tumb� en la arena limpia y me dijo�
--- Usted d�jeme a m�, rel�jese.
Me solt� el cintur�n del pantal�n y me lo baj� hasta las rodillas, despu�s paso la mano a mi paquete sobre el slip, efectivamente no hab�a se�al de vida, por el camal, meti� la mano y me cogi� un huevo y lo acarici�, nada, lo saco del todo y estaba colgando fl�cido, acerco la cara al huevo ca�do y le dio unos lametones que de momento no causaron efecto, despu�s cogi� la cintura del slip y lo bajo junto al pantal�n y me quede con la poya a un lado desmayada y los huevos �estrellados� debajo, sus manos se apoderaron de los huevos y buscando el test�culo dentro, se lo pon�a en la boca y los aspiraba, ser�a por la humedad de la saliva con el aire, porque el escroto se fue encogiendo y arrugando y haci�ndose una pelota se pego a la polla que aunque blanda ya no estaba de lado, estaba sobre mi vientre, la paciencia de Merche no parec�a tener l�mites e insist�a en los huevos que se reun�an como en una pelota de tenis, despu�s alcanzo con una mano el tronco de mi polla y poni�ndola derecha la fue acariciando hasta que le fue descubriendo el glande rosado, estaba seco y �spero, por lo que con el dedo le puso un poco de saliva, que se sec� enseguida, luego con la lengua lo moj� m�s y despu�s los labios se apoderaban de �l hasta que poco a poco se lo fue metiendo hasta el pliegue. No se puede decir que era una erecci�n pero ya se ten�a como una mu�eca de trapo, me hizo abrir las piernas y acarici� la zona desde los huevos y el culo, eso ya me hizo reaccionar un poco y not� como se pon�a un poco m�s dura, ya m�s animado pas� la mano por la espalda de Merche y como no me rechaz� le solt� con dos dedos el cierre del sujetador, con la presi�n saltaron los tirantes y cayeron entre sus manos, dejando los dos pechos colgando desde su cuerpo inclinado sobre m�, sin poder moverme mucho a�n, alcance a coger desde bajo una teta y acariciarle el pez�n, que en el momento sali� provocador, el otro tambi�n lo saque y sin darme cuenta ten�a la polla con una erecci�n importante, sus manos ya recorr�an de arriba abajo todo el tronco, mientras su boca lo recib�a hasta el fondo casi, los huevos los ten�a pegados a la polla mojados con la saliva de Merche, que solo cuando noto en su boca las palpitaciones de mi capullo, la sac� y poni�ndomela sobre el vientre la movi� hasta salir unos chorros de leche hasta el estomago.
--- Vaya vaya, Luis, as� que nada de nada?
--- Merche no s� que me has hecho, pero te juro que hace a�os no ten�a la polla dura y menos como t� la has puesto.
--- Muy bien, me alegro, pero reconoce que he ganado la apuesta.
--- Vaya tela, que desastre de baile, que rid�culo.
Nos levantamos, me vest� y Merche se coloc� el sujetador y volvi�ndose me dijo�
--- Me ayudas?
Yo le abroche los corchetes del sujetador, pero desde la espalda que estaba, pase las manos bajo sus brazos y abarcando el sujetador por debajo, lo separe hacia delante y las dos tetas cayeron en mis manos, cog� los dos pezones fuertemente y le dije al o�do�
Merche tienes unas tetas preciosas y muy sensibles.
Y le bese en el cuello hasta la oreja que se la mord�, note en el momento los dos pezones ara�arme las palmas de mas manos.
Se arreglo el sujetador otra vez y seguimos el camino, silenciosos.
Continuar�
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Desde el Balneario con amor (2)

Llegamos al balneario a media tarde, volv�amos charrando como cotorras de todos los temas, m�sica, cocina, aficiones, de todo.
Sub� a mi habitaci�n y al pasar por el sal�n de recreo vi a mi mujer que estaba jugando a las cartas con otras tres mujeres.
A la hora de la cena mi mujer y yo nos arreglamos y bajamos al comedor, �bamos en cola en el bufet mi mujer y yo eligiendo el men� y o� detr�s de m�
--- Oiga se�or, sabe si hay salchicha en alg�n sitio?
--- Seguro que s�, pero no la veo, ahora estar� escondida�
Despu�s de cenar la gente iban distribuy�ndose, unos al sal�n a jugar al bingo, otros al bar y otros al baile, yo fui hacia el baile mientras mi mujer me dec�a�
--- Yo me voy un rato al bingo, tienes dinero suelto?
--- Algo tengo, y le di lo que ten�a.
Me apoye en la barra, ya algunos ya estaban bailando, casi todos lo hac�an bastante bien, por lo que me convenc� que el rid�culo estaba asegurado.
Al rato de estar oyendo la m�sica e intentando con los pies copiar a los bailarines, vi entrar a Monse que estaba radiante, empez� a saludar a todo el mundo, todos le correspond�an, iba con un vestido ancho, fino y hasta los pies. Era estampado de flores con un escote de pico no muy exagerado, pero sexi, fue entreteni�ndose entre las mesas dando conversaci�n a todos hasta que lleg� a donde estaba yo, me dijo por lo bajo�
--- Que Luis, dispuesto a pagar la apuesta?
--- Pues� s�, claro
Al momento la orquestina toco un pasodoble y Merche me mir� y dijo�
--- Empezaremos por lo f�cil, c�geme sin temor.
Al principio no hab�a un paso que no tropezara con sus pies o iba al lado contrario de ella, despu�s siguieron el vals, la rumba y m�s, pero al llegar al bolero Merche se me acerc� mucho m�s, me cogi� la mano y se la apret� a su cintura m�s.
--- Te gusta m�s as�?
Ahora ya no eran nuestros pies lo que chocaban, eran nuestros muslos, que se enredaban y se mezclaban entre ellos haciendo que mi pierna entrara entre la suyas y las suyas hasta mi entrepierna. Al bailar tan pegados, mi polla se iba poniendo dura y se frotaba contra su pelvis, sus pechos rozaban los m�os, mientras, mi mano bajaba hasta apoyarse en la cintura de sus bragas.
Con los diferentes bailes, ya no nos separ�bamos entre las canciones porque mi erecci�n era muy evidente y desde el pecho hasta la cintura est�bamos mojados de sudor.
--- Merche estoy como un burro, le dije, no podemos estar as� toda la noche, van a empezar a hablar, y no puedo separarme por mi polla.
--- Ya lo he notado, ahora lo arreglo�
Me fue acercando al centro de la pista y de momento se acerc� a una chica y dijo�
--- Tere, cambio de pareja, s�cale con disimulo de aqu�.
--- Encantada Merche.
Cambiamos de pareja y me cog� a Tere, que en principio se peg� a mi, igual que Merche y me dijo al o�do.
--- Vaya erecci�n que lleva amigo, me est� metiendo la polla casi dentro del co�o, vamos a irnos separando poco a poco hasta la orilla de la pista y saldremos al jard�n.
Tere era la amiga de Merche, era m�s guapa pero un poco m�s bajita y con m�s culo, las tetas estaban m�s llenas pero se notaban m�s ca�das.
Como hab�a previsto Tere, se fue bajando la erecci�n y se me secaba la camisa.
Cuando sal� al jard�n ya estaba normal, entre los setos vi en el sal�n, como mi mujer estaba pendiente de la pantalla de las bolitas, si hubiera visto mis bolas, habr�a gritado Biiiingo!
Al rato volv� a entrar y vi a Merche bailando con unos y otros sin parar, al terminar un baile me vio y acerc�ndose me dijo�
--- Mejor ya?, estoy agotada.
--- Quieres tomar algo?
--- Lo que necesito es una ducha, tengo los muslos empapados, las bragas me chorrean.
--- Pues yo, por fin he podido rebajar la polla, no me lo puedo creer.
--- Hasta qu� hora es el bingo?
--- Hasta la una, creo.
--- Tengo mi cochecito en el parking, me apetece un poco de aire, te vienes?
Yo mire hacia el sal�n y mi mujer ten�a un mont�n de monedas en la mesa y varios cartones a la vez.
Salimos al parking y llegamos a un utilitario peque�o pero bastante nuevo, puls� el mando y las luces centellearon.
--- Sube, me dijo.
Sub� a su lado y arranc�, saliendo del recinto encar� la carretera a toda velocidad, el aire entraba por las ventanillas levant�ndole el pelo hacia atr�s, yo apoyado en la puerta, miraba como conduc�a con seguridad, le dije�
--- Preciosa, estas preciosa.
Sin decir nada, al primer camino lateral que vio, se dirigi� hacia �l hasta encontrar un claro, encarando el coche hacia los arboles de la orilla, lo aparco bajo las ramas bajas.
Baj� del coche y sacando una manta del maletero, la extendi� sobre la hierba y abriendo la cremallera del vestido lo dejo caer sobre la manta, se quit� los zapatos y mir�ndome a m�, se solt� el sujetador y se bajo las m�nimas bragas hasta que alargando los brazos hacia m� me invito a entrar en la manta.
Me quit� la camisa lentamente, acarici� mi pecho velludo y solt� los pantalones y cogi�ndolo a la vez que el slip lo bajo hasta el suelo, mientras yo levantaba los pies pera quit�rmelos, pleg� mi ropa sobre el coche y me abrazo.
--- Quiero que me folles.
--- Tengo unas ganas de hacerlo terribles y espero estar a la altura.
--- Seguro que si, ch�pame las tetas.
No me hice de rogar, las cog� y una a una las fui lamiendo y estruj�ndolos sac�ndole los pezones de las areolas morenas, me arrodille frente a ella y las iba lamiendo y mordiendo a diestro y siniestro, le dije�
--- Merche, quiero comer tu co�o.
Ella separ� las piernas, separ�ndose los labios del co�o dejo el cl�toris en primera l�nea, mi boca lo cogi� entre los dientes despacio mientras con la lengua lo sacaba de su envoltura y lo pon�a duro y brillante, Merche me cog�a de la cabeza y me la atra�a hacia s�.
La rodee las cintura con los brazos y la fui agachando hasta acostarla en la manta, abri�ndole las piernas hasta que los labios del co�o dejaron al descubierto la entrada de la vagina, donde le chup� hasta sacar los jugos, ella mientras me levantaba una pierna y se colocaba bajo de m�, hasta coger la polla y llevarla a su boca despu�s de descapullarla, sus manos iban de mi polla a mis huevos y mi boca desde el vello de su pubis hasta el culo, mi lengua iba excitando todos sus pliegues desde el cl�toris hasta el ano, ella levantaba la cintura para que llegara m�s hondo, por lo que me di la vuelta y coloc�ndome entre las piernas a la vez que le cog�a las dos tetas a la vez le puse la polla en la entrada y le pregunt�
--- Quieres que te la meta?
--- Siiiii, por favor, la quiero dentro de m�, toda entera hasta el fondo, ll�name de carne dura.
Le encar� la polla en sus labios menores, mojados y calientes, le empuje un poco y ella separo las piernas lo m�ximo y levant�ndolas rodeo con ellas mi culo y de un tir�n hacia ella se la meti� hasta que mis huevos chocaron en sus nalgas.
El suspiro que le sali� era como si se desinflara un globo, mordi�ndome el l�bulo de la oreja me dijo�
--- Quiero que me hagas correr como nunca, necesito tu leche dentro, toda, siento mi co�o lleno y no quiero que te salgas hasta estar completamente vac�o.
No hizo falta insistir, mi polla entraba y sal�a dentro de ella y sus pezones duros me rozaban en el pecho, empez� a suspirar y con un quejido me bes� en la boca hasta que el orgasmo la dej� con los brazos y las piernas ca�das sobre la manta, su co�o no dejaba salir sus flujos y yo acelerando mis metidas me corr� un momento despu�s de ella, llen�ndola de leche caliente.
Al rato nos vestimos, subimos al coche, y aparcamos en el parking cuando se o�a la cl�sica canci�n que anuncia el �ltimo baile.
Volv� a mi habitaci�n y despu�s de ducharme, me tumb� boca arriba encima de la cama, mirando al techo en la oscuridad. Al rato, o� la puerta y a mi mujer diciendo�
--- Lo que te has perdido, he cantado cuatro bingos y dos l�neas, como he disfrutado.
Continuar�
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Desde el Balneario con amor (3)

Al d�a siguiente la ma�ana, se pas� como siempre, desayuno, lectura de peri�dico y circuito en la piscina termal.
Lo �nico de se�alar fue que al estar en la cola de la termal, me dijeron a mi espalda�
--- Una noche movidita, eh?
Me volv� y vi a la amiga de Merche, Tere que en ba�ador, esperaba su turno para entrar en la piscina.
Le sonre� discretamente y me volv� r�pidamente, pens� que Merche le habr�a contado todas nuestras correr�as y no quer�a que por una indiscreci�n se complicara mi vida.
A la hora de comer, como siempre, nos sentamos en nuestra mesa reservada, a lo lejos vi a Merche y a Tere en la suya, estaban hablando entre ellas y en un momento dado, nos cruzamos las miradas, cre� que hablaban de m�.
Al llegar a los postres, mi mujer se levant� para servirse en el bufet, Tere se levant� tambi�n y cuando estaba eligiendo, Tere le dijo�
--- Huy, que apetitosa se ve la tarta, va a coger el postre?
--- No, prefiero la fruta, no me gusta la leche.
--- A mi si, bastante, una cosa� la he visto en el bingo alguna vez, tiene suerte?
--- Canto pocas veces, pero como aqu� no hay quien juegue a las cartas, tengo que conformarme.
--- Como que no? Yo estoy en un grupo que jugamos al julepe y nos falta una persona.
--- No me diga que juegan al julepe, soy una buena jugadora, me aceptar�an unirme a ustedes?
--- Bueno lo tendr�a que preguntar, pero seguro que si, son muy simp�ticas mis amigas, lo malo es que acabamos muy tarde.
--- Eso no es problema, mi marido es un aburrido y se acuesta pronto, si no encuentra alguna revista o un libro. Nos veremos en el sal�n de reuniones.
Me lo cont� mi mujer entusiasmada de c�mo iba a jugar al juego que era experta, podr�a medirse con otras �profesionales�, pero que no me preocupara si volv�a tarde, pues se organizaban unas partidas largas.
No me import� lo m�s m�nimo, cuando me cansara de vagar por el jard�n, me ir�a a dormir.
Al salir del comedor, mi mujer se dirigi� al sal�n y al rato me cruce con Merche, iba con un vestido blanco, corto y con un escote de pico, al pasar me dijo sin volver la cabeza�
--- En la habitaci�n 205, en 10 minutos.
--- Tard� en asimilar la cita, poco a poco empec� a atar hilos y comprender, la partida de julepe, lo largo de la partida, la m�xima discreci�n. Etc.
Dej� pasar un rato y sub� por la escalera de servicio al segundo piso, el indicador era clara, a la derecha, al llegar frente al 205, respir� hondo y llam� suavemente con los nidillos, no tard� la puerta en abrirse un poco hasta reconocerme y me dej� pasar, la luz era tenue y en la mesilla de noche hab�a un chal encima que no dejaba salir la luz hacia arriba. Merche se hab�a cambiado de ropa y luc�a un camis�n negro hasta los pies, un escote de v�rtigo hasta la cintura y una cinta de encaje que hac�a de cintura y recog�a sus tetas, la parte de arriba era transparente.
Me bes� largamente y me fue quitando la camisa y los pantalones, yo r�pidamente los slips y los calcetines los hice desaparecer, me sent� en la cama y cogi�ndola de la cintura la sent� en mis rodillas y cogiendo su mejilla la bes� abri�ndole los labios y cruzando su lengua con la m�a, mientras mi mano se aventuraba por el escote impresionante, hasta sacarle sin ninguna dificultad una teta fuera, el pez�n se alegro de estar entre mis dedos, su cuello fue atendido por mis besos y chupadas suaves y mi polla golpeaba su culo desde bajo como reclamando su atenci�n.
Se sent� en mis piernas frente a m� subi�ndose la falda del camis�n, sus muslos suaves rozaron los m�os y mi polla se levant� hasta posarse sobre sus labios, me fue inclinado hacia atr�s hasta tumbarme del todo y ella se iba subiendo sobre m�, con las piernas a mis lados hasta deslizarse sobre mi polla, tumbada sobre mi vientre, entre sus labios acariciaba el cl�toris contra mi glande dando paseos de delante atr�s haciendo que mi prepucio masajeara sus labios mojados.
Cogi�ndose la falda desde bajo se la subi� sobre la cabeza y se quito el camis�n quedando su cuerpo desnudo iluminado solamente por la luz matizada de la lamparita, ella misma se cog�a las tetas y se las apretaba junt�ndolas cogidas solamente por sus pezones, mi polla estaba roja por el roce y por las ganas de meterse que ten�a, me regal� que pudiera morderle los pezones, adelant�ndose sobre mi boca, pero cuando volvi� hacia atr�s mi polla estaba levantada y no tuvo dificultad de meterse en su vagina, al notarla se qued� quieta, pero lo pens� mejor y se dej� caer lentamente hasta tener toda la polla dentro, se levantaba y bajada haciendo desaparecer mi falo entre sus labios hasta hacerlo invisible, solo se ve�a su cl�toris entre los labios entreabiertos, mis manos hac�an de sujetador y separaban o juntaban las tetas jugando con sus pezones, cuando suspirando profundamente se contrajo y se estir� gritando�
--- Me corro, por favor ll�name de leche.
Se levanto y sin llegar a sacarse la polla de dentro cambio de posici�n y se puso d�ndomela espalda, segu�a saltando y yo pod�a ver como entraba en su vagina mojada de sus jugos blanquecinos. Sus nalgas aparec�an coloreadas por la luz de la lamparita, se las separ� y le moj� con saliva alrededor del culo, en principio sinti� el frio pero poco a poco mi dedo h�medo se fue acercando al agujero marr�n, despu�s de relajarlo fui metiendo la punta del dedo hasta que su esf�nter se acostumbro a �l, ya no se extra�o cuando estuvo todo el dedo dentro de su culo y menos cuando ya le acompa�� otro dedo, bien lubricada mis dedos eran como una prolongaci�n de mi y rozaba por dentro a mi polla.
Merche no hablaba nada, solo suspiraba y con los ojos cerrados disfrutaba concentrada del placer que recib�a, por otra parte confiaba conmigo y se relajaba completamente, la cog� de la cintura y la elev� hasta sacar mi polla de su vagina y con las piernas en cuclillas la sent� sobre mi polla en su culo y fue bajando confiada, al notar que su ano se abr�a para dejar entrar a mi glande se confi� hasta notar que lo m�s grueso llegaba, comprendi� que lo m�s dif�cil hab�a pasado, mi tronco se desliz� por el estrecho orificio sumamente mojado, el tope lo marco cuando mis duros huevos chocaron en su cl�toris, se echo hacia atr�s y se recost� sobre mi pecho y estando tumbada de espaldas sobre m�, fue metiendo y sacando a su ritmo la polla en su culo.
Cuando fue notando que mi polla ya palpitaba agitadamente, se levanto y volvi�ndose otra vez hacia m� y volvi�ndose a clavar mi polla en el co�o y me dijo�
--- Me voy a correr otra vez, esp�rame y lo hacemos los dos juntos.
Cuando le llegaba, empez� a saltar sobre m� y me provoc� una eyaculaci�n brutal, volviendo a meterle m�s leche en su co�o regado un momento antes.
Nos tumbamos juntos hasta reunir fuerzas y calmar a nuestros corazones, estuvimos a punto de dormirnos pero un ruido en la habitaci�n de al lado nos devolvi� a la realidad y nos dimos cuenta que era ya la 1 de la noche, me vest� raudo y bajando a mi habitaci�n entre con el tiempo justo de ducharme y acostarme, no hab�an pasado 10 minutos cuando la puerta se abri� y entr� mi mujer de puntillas, ol�a a cartas y caf�.
Me volv� y me quede dormido antes que llegara a acostarse mi mujer.
Continuar�
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Desde el Balneario con amor (4)

El d�a siguiente pas� sin incidencias y solo coincid� con Merche en la piscina, iban tres o cuatro lugares antes que yo, y procuramos no decirnos nada.
Al otro d�a despu�s del circuito, me cruc� a Tere y me pregunto que donde estaba mi mujer, ya que no la hab�a visto en los barros, le cont� que hab�a pasado mala noche y se quedar�a la ma�ana en la cama.
Me insinu� si no hab�a probado la sauna, le dije que no, no hab�a ido nunca, y me dijo�
--- Pues no est� nada mal.
Me intrig� la pregunta y me li� una toalla en la cintura y pregunt� si hab�an turnos para estar, me dijeron que se pod�an meter varias personas a la vez, pero no estaba previsto que fuera nadie, me pareci� bien probar y entr�, al principio bien, pero seg�n iba subiendo la temperatura y solo, me fui amodorrando hasta quedarme dormido,
Estaba muy relajado y aunque sudando, por los poros me sal�an todos los malos humores acumulados durante a�os.
No me despert� hasta que sent� que la toalla se estaba desatando y me iba a caer, instintivamente la ate otra vez, pero al momento volv� a notar c�mo se soltaba otra vez y abriendo los ojos vi a Tere y Merche estir�ndome la toalla desnudas las dos,
Me cubr� r�pidamente, pero ya se hab�an sentado a mi lado y me acariciaban el cuello, el pecho, los muslos y sujet�ndome cada una la mano con la otra me cogieron la polla y los huevos y me los masajeaban poni�ndome la polla dura, al fin me soltaron las manos y puse a mi vez coger la tetas de cada una y estrecharlas comparando la textura el pez�n la dureza y la sensibilidad, mis manos ya se deslizaron entre sus muslos y entraron entre sus labios separ�ndolos, tanteando los cl�toris, las hice suspirar y extenderse sobre el banco de madera, Merche me cogi� de la mano y me acerco a Tere y me se�alo su co�o.
No me hice de rogar y me arrodille a su lado, met� la cabeza entre sus labios y absorb� el cl�toris y abriendo los menores lam� los flujos que ya sal�an bebi�ndolos con fruici�n.
Cre� que ya hab�a cumplido mi funci�n y me acerque a Merche para meterle mano, pero ella me cogi� de la polla dura y me acerco a Tere y me encaro a su co�o con la polla horizontal y la llev� hasta su entrada y apoy�ndose en mis ri�ones me empujo hasta que vio que la hab�a metido del todo, Tere abri� los ojos de par en par y luego los cerr� lentamente suspirando, la estuve follando lentamente mientras sus tetas saltaban al ritmo de mis golpes, hasta que dando unas convulsiones, se corri� dando unos peque�os chillidos.
Merche estaba a mi lado y me acariciaba los huevos y yo sus tetas, despu�s de correrse Tere se volvi� hacia m� y me dijo�
--- Gracias por tratarnos tan bien a las dos, ma�ana nos vamos, ya hemos terminado la estancia, pero quisiera que me follaras ahora para tenerte en mis recuerdos siempre.
Se sent� en el banco de madera y se cogi� las piernas de las corvas de las rodillas y levant�ndolas, y abri�ndolas, me dej� su co�o a mi entera disposici�n con lo que me inclin� sobre ella y me abrac�, meti�ndole mientras me acercaba toda mi polla, que gracias a ella, hab�a recuperado a la vida.
Nos corrimos a la vez y nuestros cuerpos vibraban en la misma sinton�a, estuvimos unos minutos hasta que mi polla me indic� que todo se hab�a acabado, le cog� las dos manos y se las bes�, y le dije�
--- Hasta siempre.

Continuar�
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Desde el Balneario con amor (4)

Ya todo segu�a como antes de conocer a Merche, mi cortado, mi peri�dico, mi aburrimiento.
De vez en cuando me pon�a mis zapatillas y me iba a dar un paseo, sent�ndome bajo la piedra donde empez� todo, miraba los pinos esperando ver a mi lado la figura de Merche en sujetador. Tambi�n acud�a al baile alguna noche y con el pi� marcaba un poco el ritmo, me convenc� de que no aprender�a nunca.
En el comedor parec�a un robot poni�ndome en la cola del bufet, lo �nico que o�a eran las protestas de los dem�s jubilados�
--- Venga hombre, se decide o qu�?
En unas de esas idas y venidas, pise sin darme cuenta una mancha de sopa que se le habr�a ca�do a alg�n glot�n de su plato, a rebosar de comida, el resultado fue fulminante, yo en tierra con una rodilla muy lastimada, r�pidamente los camareros llamaron a la enfermer�a y me llevaron ante el m�dico, este despu�s de explorarme, sali� a la sala contigua y le llamo al gerente�
--- Sr. Ram�n, el Sr. Luis de la habitaci�n 105 tiene la rodilla mal, no est� rota por fortuna pero deben darle unos masajes para que no se agrave. Dadas las circunstancias de la ca�da no conviene que se airee el tema, le tenemos que dar una buena satisfacci�n para que no haga ninguna reclamaci�n al Balneario.
Comprend� que no quer�an que la fama del Balneario se viera comprometida, por lo que al momento llego el gerente a la consulta con la mejor sonrisa y me dijo que no hab�a sido nada por fortuna, pero que la Direcci�n del Balneario quer�a que estuviera contento y me iban a regalar unos masajes exclusivos para mi r�pida curaci�n, pero que estar�an muy agradecidos conmigo si no contaba como hab�a sido la ca�da.
Yo no soy nada conflictivo y la verdad lo que me interesaba que me dejaran bien la rodilla, por lo que les dije que si se portaban bien no dir�a nada.
Esta misma ma�ana en vez del circuito, me llevaron en una silla de ruedas al masajista, era un se�or fuerte de unos 45 a�os y con un aspecto de profesional total.
Cuando ya estaba con el bat�n en la camilla, entr� una chica joven que llev�ndose a un rinc�n al masajista le comento algo, yo desde mi posici�n boca arriba no los ve�a bien, pero o�a los cuchicheos, al momento se acercaron los dos y el hombre me explico que me iban a dar un masaje exclusivo, y la se�orita era la profesional que estaba especializada en ellos, me present� a la Srta. Ana y se fue.
La chica muy simp�tica, se quito la bata y se qued� con una camiseta de tirantes y un pantal�n largo todo blanco, se colg� un cintur�n con dos botellitas de aceites y me dijo que lo m�s importante era mi actitud, deb�a relajarme al completo y la lesi�n en dos masajes desaparecer�a.
Por supuesto es lo que yo m�s deseaba, por lo que promet� seguir sus indicaciones y colaborar.
El primer paso l�gicamente fue quitarme el bat�n y la ropa interior que llevaba y ponerme un pantal�n de fibra muy fino, sin problema lo hice y al momento se acerc� y me destap� el vendaje de la rodilla, ya ten�a un papel con las instrucciones del m�dico sobre el masaje adecuado, las ley� y se puso manos a la obra.
Cogi�ndome con toda la delicadeza la rodilla me la aceito con un b�lsamo especial y fue frotando suavemente la zona da�ada, la verdad me dio un calorcito muy agradable que ya me predispon�a a relajarme, me abandon� a sus manos y casi me quede dormido, con la m�sica apenas audible y el olor al b�lsamo cada vez estaba m�s tranquilo y aunque las manos de la chica ten�an ya las dos piernas masajeadas no me di cuenta que ahora me estaba dando masaje sobre mi cabeza alarg�ndose los brazos sobre el pecho hasta casi la cintura.
Aunque iba con cuidado de vez en cuando, sus tetas rozaban mi frente al bajar los brazos hacia mi est�mago, era un ir y venir suave y lento que me hizo previsible cuando me iban a rozar, as� que procuraba levantar la frente para notar la dureza de sus pechos.
Al estar mi frente untada con el aceite y el sudor de la chica del esfuerzo del sus brazos, pronto la camiseta empez� a mojarse y transparentar los pezones que tenia, pues no llevaba sujetador, al no tener demasiado pecho, yo ve�a pasar sobre mis ojos dos maravillas con unas areolas morenas y cada vez que pasaban, le soplaba para que se pusieran duros los pezones.
La chica suspiraba al notar mis labios esperando la pasada de �speros pezones y gem�a cada vez que los tocaba, recre�ndose en el mismo ejercicio demasiado a mi entender, despu�s se puso a m� lado, me aceit� el vientre y me estuvo relajando los m�sculos del bajo vientre, metiendo de vez en cuando la punta de los dedos, bajo el pantal�n fino desechable.

Yo ahora pod�a ver bien los dos cercos de la camiseta mojados y los pezones que mal escond�an y los miraba embelesado, sus tetas se mov�an bajo ella como una ri�a de gatos.
Sus manos cada vez se met�an m�s bajo el pantal�n y ya tocaban de vez en cuando la punta de mi polla que descansaba en mi pubis, se desplazo m�s hacia mis piernas y con la mano derecha met�a aceite por el camal del pantaloncito y con la izquierda por la cintura me tocaba frecuentemente la polla.
Una vez bien aceitado ya puso su mano sobre mis huevos y los acarici� hasta ponerlos tersos y con la otra mano bajaba el prepucio hasta dejarme el glande descubierto y aceitado, ya el bulto bajo el pantal�n era m�s que evidente por lo que no se reprim�a y me cog�a el tronco del falo por encima de la prenda acarici�ndolo, yo instintivamente acerque mi mano hacia su camiseta y le cog� una teta que estaba puntiaguda con el pez�n erecto y viendo que no me esquivaba, met� la mano bajo la camiseta y abarque toda la teta y pasando bajo el pecho atrap� la otra, pellizcando sus pezones, se acerco a m� y cuando estuvo sobre mi cara se subi� la camiseta al cuello y puso sus dos tetas sobre mi boca, las estuve lamiendo a placer, dos tetas cayendo sobre mi y con los pezones salidos eran una delicia para mi lengua y mi paladar, mientras chupaba sus tetas, la chica me hab�a sacado la polla y la tenia vertical, mientras bajaba y sub�a su mano suave por el aceite, se acerco a ella y me dej� sin tetas en la boca, pero se puso a lamer mi glande teniendo toda la piel tersa hacia abajo.
Solo quedaba a mi alcance su culo, le solt� el cintur�n con los aceites y bajando la goma del pantal�n le cog� una nalga separ�ndola de la otra.
Pas� por entre ellas y al notar sus labios h�medos y tibios met� la punta del dedo en ellos hasta la mitad, la chica acerco el culo hacia mi, mientras se tumbaba sobre mi pelvis, me atrapaba la polla dentro de su boca y me aprisionaba el glande con el paladar, mientras yo baj� el pantal�n de la chica hasta sus rodillas y separando sus piernas pase la mano bajo sus nalgas hasta abrir sus labios met� dos dedos en su co�o y empap�ndomelos rodee el cl�toris levantando la piel que lo cubre y le di un masaje circular a la vez, la palma de mi mano estaba llena de jugos que ol�an a hembra caliente, a partir de ah� mi polla ya no sal�a de su boca ni mis dedos de su co�o, hasta que nuestros cuerpos se tensaron a la vez y mientras ella me acercaba m�s el culo hacia m�, mas se met�a la polla en la boca y yo levantaba mi pelvis para que entrara m�s si pod�a ser, as� nos llegaron sendos orgasmos, mi leche inundo la boca de Ana y sus jugos se sal�an entre mis dedos hasta el suelo.
Tras unos minutos de reposo Ana se recompuso el uniforma de masaje y yo me puse el bat�n, con la silla de ruedas sal� al pasillo hacia mi habitaci�n, mi mujer no tardar�a de salir de los barros.
La ma�ana siguiente fue el segundo masaje, ya fue todo m�s abreviado, yo iba sin ropa interior y Ana despu�s de masajearme la pierna que ya estaba pr�cticamente bien y pronto se dedico a aceitarme todo y quit�ndose la camiseta me dejo las tetas a mi disposici�n, ya no me puso el pantaloncito de fibra, con lo que la polla pronto luci� vertical la erecci�n que llevaba, al pasar junto a mi rodee la cintura de Ana con mi brazo y quit�ndole el cintur�n de aceite le baje el pantal�n hasta los pies, ella se los sac� y los dej� a un lado, le dije que subiera a la camilla con su co�o en mi boca, y pronto estaba saboreando sus labios entreabiertos mientras mis manos sopesaban sus tetas estruj�ndolas y pellizcando sus pezones hasta ponerlos duros, en esa posici�n sobresal�an mucho mas, pero entre ellas aun pod�a ver como su boca se acercaba a mi polla y abriendo del todo sus labios, engull�a hasta dentro todo el tronco produci�ndole arcadas, la sacaba y la met�a hasta pon�rmela dura con los huevos pegados a ella
Cuando su co�o goteaba sobre mi cara le dije que se diera la vuelta y sent�ndose sobre mi polla se dejo caer clav�ndose hasta la mitad el falo, yo de un golpe hacia arriba se la met� hasta el fondo, notaba como sus pliegues acariciaban mi glande cuando sub�a y bajaba, mis manos no pod�a atender a las dos tetas tan duras y tersas y se multiplicaban en sus tareas, cuando mi polla me advirti� que estaba llegando a su l�mite de resistencia le dije�
--- Ana, me has hecho muy feliz y me has dado mucho placer, no quiero perjudicarte, donde quieres que me corra?
--- Gracias Luis, la verdad ahora tengo mucho riesgo de quedar embarazada, pues estoy ovulando, aunque me gustar�a que me llenases de tu leche, prefiero beb�rmela.
Se bajo de la camilla y apoy�ndose en mis piernas las separ� y metiendo suavemente la polla entre sus labios, la fue acariciando y con la lengua tocaba el frenillo con lo que al momento noto como el glande palpitaba ferozmente y tras unos chorros largos e intermitentes se le llen� la boca de semen que sin abrir la boca se trag� sin esfuerzo, despu�s relami� todo el tronco y me dio en beso en la boca.
Esta vez ya con el bat�n sal� por mi propio pie andando, contento de que mi rodilla no se acordara del golpe, tan euf�rico iba que el bat�n se abri�, se asomo mi polla al cruzarse con dos se�ora que mir�ndome se dieron un codazo una a la otra y suspirando, dijeron�
--- Que buenas vistas tiene este Balneario.
A la ma�ana siguiente con las maletas en la calle, le di la �ltima ojeada al Balneario.
No ten�a ninguna reclamaci�n que hacer.

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