Relato: Todo empez� en el cami�n

Me llamo Marcela y tengo 28 a�os, soy blanca de ojos claros, pelo casta�o claro largo hasta la altura de mis senos y mido 1.72 m. Voy a contarles como es que un hombre mayor y sucio me sedujo. Cierto d�a al salir del trabajo abord� el cami�n en el paradero Cuatro Caminos como lo hago a diario. A la hora en que yo lo tomo alrededor de las 10 de la noche el pasaje ya es escaso, as� es que yo acostumbro sentarme m�s o menos por el cuarto asiento del lado de la ventanilla. As� lo hice cuando de repente veo a un hombre viejo sentarse junto a mi, a pesar de que hab�a varios asientos vac�os. Yo para el trabajo siempre me visto con traje sastre de minifalda y saco, zapatillas de tac�n alto y medias transparentes, s�lo que ese d�a por el tremendo calor que se sent�a, me quit� las medias antes de salir de la oficina y las guard� en mi bolsa. Iba sentada con las piernas abiertas y sent� como ese hombre repegaba su pierna a la m�a, tanto con la pantorrilla como con el muslo, luego puso su mano en su propia pierna pero rosando mi muslo, yo volte� a verlo y pude apreciarlo bien, era un tipo viejo, sucio, desali�ado, con lentes gruesos oscuros cubriendo su cara y pude notar como en su pantal�n se formaba un bulto mientras su mano continuaba rosando mi pierna. A pesar de que su mano era �spera y estaba sucia, no pude evitar un placer morboso al darme cuenta que hab�a provocado una erecci�n en aquel hombre, as� es que lo dej� continuar. Al ver que yo no protestaba el tipo coloc� descaradamente su mano en mi muslo y empez� a acariciarlo meti�ndola por dentro de mi falda hacia mi panocha. Me excit� mucho ver y sentir como esa mano avanzaba poco a poco hacia adentro hasta que finalmente sent� como palpaba mi panocha. Mi primer reacci�n fue retirar su mano y reclamarle pero en lugar de eso abr� m�s las piernas y le ped� que continuara, �l as� lo hizo y ya sin miramientos, se abalanz� sobre mi, meti� bien su mano entre mis piernas y me restreg� la pepa haci�ndome gemir.
Luego tom� mi mano y la puso sobre su verga que ya estaba bien parada. Me pidi� lo acompa�ara a su casa para darme una buena cogida y mucho placer, yo acept� con una mezcla de excitaci�n, miedo y ansiedad. Nos bajamos del cami�n y sent� como ese tipo pon�a su mano en mis nalgas apretando mi culo, as� me llev� hasta la puerta de su casa que era una vivienda oscura, l�gubre y maloliente que se ve�a en meses la hab�an aseado, estaba todo regado y sucio y ol�a horrible, pero no me import� pues yo ya iba muy caliente, el tipo una vez dentro me acomod� adelante de �l y me rode� por la cintura recarg�ndome su verga en medio de mis nalgas, acarici� mis piernas, restreg� mi pepa y apret� mis senos hasta hacerme gritar. Vi como se despojaba del pantal�n dejando al descubierto su verga que ten�a erguida luciendo como una aut�ntica arma de ataque. Me meti� la mano por debajo de la falda y me arranc� las pantaletas, fue lo �nico que me quit�, conserv� la falda, los zapatos y la blusa, �sta s�lo la desabroch� junto con mi sost�n descubri�ndome los senos, luego me tumb� en la mesa boca arriba y se acomod� entre mis piernas, sin decir palabra me ensart� con su verga enterr�ndomela toda hasta adentro. Ve�a y sent�a como se frotaba y como bufaba mientras me estaba cogiendo, lo curioso es que nunca se quit� los lentes, por lo cual nunca le apreci� bien el rostro, s�lo ve�a su sonrisa mal�vola y burlona mientras se frotaba dentro de mi hasta que sent� como sal�an de su verga chorros de semen caliente llenando mi panocha y escurriendo por mis piernas. Despu�s de eso sac� su verga de mi cuerpo, se acomod� los pantalones y me ayud� a ponerme mis pantaletas y acomodarme la falda y la blusa. Me acompa�� hasta la parada del cami�n y se qued� conmigo hasta que me sub� al primero que pas�. No he vuelto a verlo, nunca supe su nombre, nunca vi bien su cara, pero sent� su verga dentro de mi y lo hice venirse abundantemente dentro de mi panocha. En ocasiones sue�o con �l y deseo much�simo volv�rmerlo a encontrar en el cami�n sintiendo su mano acariciando mis muslos y luego irme con �l a su casa para darle mi cuerpo para que lo disfrute como lo hizo en una �nica ocasi�n.

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