All� estaba yo, nadando un poco cuando llego ella, mi cu�ada.
Me llamo Alberto y aunque no soy ning�n chico coca-cola, tampoco estoy mal, mido
1�80 soy moreno y tengo los ojos verdes, mi cu�ada tampoco es ninguna top model,
aunque tiene algo que hace que todos los hombres caigan rendidos a sus pies y le
propongan cosas, ya sab�is.
Llevo 10 a�os casados y aunque soy feliz en mi matrimonio y
quiero mucho a mi mujer, siempre he tenido fantas�as sexuales con mi cu�ada.
Ella mide 1�72 es morena, de ojos marrones y unas tetas que
me vuelven loco.
A lo que iba, estaba nadando cuando llego, tenia puesto un
bikini muy sugerente que aunque sin ser el t�pico bikini que llevan las
brasile�as en las fotos, le quedaba bastante bien. Me saludo d�ndome un beso en
la mejilla y se echo a nadar. Llev�bamos un rato nadando cuando me dijo:
-�Quieres que juguemos un poco con esa pelota?
-Claro
Empezamos a jugar a pasarnos el bal�n sin que tocara el agua
cuando ella resbalo, al salir del agua un pecho se le hab�a salido del
sujetador, ver aquel pecho asomando en el agua, h�medo, hizo que mi pene se
levantara. Seguimos jugando como si nada, aunque yo atend�a mas a lo que pod�a
ver que a jugar, pues claro le volvi� a pasar unas cuantas veces. Cuando ella
dice:
-Estoy cansada de tirar para arriba del sujetador, as� que me
lo quito.
Dicho y hecho, ver aquellos pechos sueltos a la vez, saltando
delante de mis ojos hizo que me pusiera como una moto.
De repente:
-Mierda se me ha ido la pelota, digo.
-Ve tu a buscarla, que sino a mi me va a ver el vecino y no
va a poder evitar casc�rsela, dice ella ri�ndose, no sabe que el que va a tener
que cascarsela soy yo. Como puedo salgo del agua disimulando mi erecci�n. Corro
a buscar la pelota, y me vuelvo al agua como si nada, ha habido suerte, no se
entero de nada.
Seguimos un rato, pero me canso pronto y me voy a la casa, me
ducho. En la ducha no puedo evitar acordarme de mi cu�ada y me hago una paja
monumental.
Abajo me est�n esperando para cenar, estamos en julio y el
calor es imsoportable, as� que le digo a mi mujer:
-Hoy montare la tienda de campa�a en el jard�n y duermo
fuera.
-Estas seguro, y si se te mete un bicho o algo as�, dice mi
suegra que es muy miedica.
-Que se me va a meter, ni que estuvi�ramos en una selva
tropical.
Mientras mi mujer no se acuesta decidimos ver una pel�cula,
ya cuando dan las 23:30 mi mujer decide dormir, paro la pel�cula, le doy un
beso, cojo mis cosas y me voy.
Al bajar una luz en la sala me dice que el resto de la gente
aun esta viendo la televisi�n, as� entro para desearles buenas noches, all�
est�n mis suegros, mi cu�ada y el baboso de su marido. �l es mayor que ella, y
siempre he cre�do que no la merec�a. Les doy las buenas noches:
-Ten cuidado con los bichos, dice mi suegra.
-Y que no te violen, dice mi cu�ada.
Me meto en la tienda y enciendo la radio que he bajado,
escucho un rato las noticias, el mundo sigue igual, as� que decido dormir pero
el calor es insoportable. Decido salir y darme un ba�o, como no he bajado ropa
de repuesto y por no subir, ya duerme todo el mundo, decido hacerlo desnudo.
Enciendo una luz que tiene la piscina y me tiro de cabeza.
Llevo ya una rato nadando, cuando de repente siento que
alguien me esta mirando:
-�Ah! Hola, eres t�.
-Que bien estas.
Era mi cu�ada, llevaba puesto un bikini que no le hab�a visto
en mi vida, tapaba lo m�nimo, era el t�pico bikini que desean los hombres
comprarles a sus mujeres pero que nunca se lo dejan poner.
-�Te importa si ba�o?
-No.
-Pedro esta durmiendo, y entre sus ronquidos y el calor no
soy capaz de pegar ojo.
No se si ha dado cuenta de que estoy totalmente desnudo.
Se echa a nadar, y yo sigo a lo m�o. Pronto me canso y decido
acercarme a un borde a descansar, no puedo salir, me da verg�enza que me vea,
encima su bikini me la ha puesto morcillona.
-Puedes salir si quieres, no creo que me vaya a asustar
vi�ndote desnudo.
-Me has visto.
-Si, claro. No pensaras que estoy ciega. Tambi�n vi. por la
ma�ana como se te pon�a al ver mis tetas.
Escuchar esas palabras hizo que me lanzara un poco:
-Bueno pues deber�amos estar en igualdad de condiciones, le
digo.
-�C�mo?
-Yo estoy desnudo, tu tambi�n deber�as estarlo.
-Tu ya me has visto las tetas por la ma�ana.
-Igual que tu a mi, aunque la m�as no sobresalgan ni den
leche, son tetas.
-En eso tienes razon, pero si quieres ver algo mas tendr�s
que sac�rmelo t�.
Dicho y echo me sumerjo, y voy hacia ella, al llegar
asciendo, lo que hace que nuestros cuerpos queden pegados. Mi pene esta flotando
y en su balanceo roza el vientre de ella:
-Vaya tu cosita tiene vida propia.
-Que quieres, con este bikini que traes puesto, la pobre se
ha despertado.
-Yo soy la culpable, as� que tendr� que ayudarte, con esto.
Al decir esto su mano quedo rodeando mi pene. All� estaba yo
con mi sue�o a punto de realizarse y sin saber que hacer:
-�Qu� te pasa? Te has quedado de piedra. Ven aqu� y follame
deseaba desde hace mucho tiempo, pero no sabia si tu sent�as lo mismo hasta hoy
por la ma�ana.
Me llevo hasta la parte menos parte menos profunda de la
piscina, me hizo sentar en el borde y bajo hasta mi polla.
-Te gustar�a que te la chupara.
-Si, me encanta.
-No creo que mi hermana con lo puritana que es, te la chupe
bien.
Despu�s de estas palabras abri� la boca y empez� a
trag�rsela, cuando no pudo mas cerro sus labios sobre mi trozo de carne y
comenz� a mamarmela como nunca nadie lo ha hecho. Era maravilloso sus labios
eran suaves y aquella sensaci�n hacia que de mi boca salieran gemidos.
-Que bien lo haces cu�ada.
Mientras ella me la chupaba yo me esforzaba por tocarle los
pechos e intentaba libralos del sujetador que los oprim�a.
-Quiero desnudarte, le dije.
Paro de chap�rmela y se zambullo en el agua fue al otro
extremo y salio de la piscina, me estaba haciendo rabiar, y lo estaba
consiguiendo, deseaba tocarla verla desnuda, follarla. Desde el otro extremo de
la piscina empez� un extriptis de infarto, en la radio de la tienda sonaba una
m�sica que no pegaba para nada, pero era lo que menos importaba. Empez� por
desabrocharse el sujetador, llevo sus manos a la espalda y pronto vi caer los
tirantes a los lados, pero sus manos quedaron aguantando las copas, se dio la
vuelta, y por fin los dejo caer, me dirigi� una mirada picara sin darse la
vuelta de todo, y empez� a bajar el diminuto tanga que llevaba puesto primero
una lado despu�s el otro pero yo ya no le di tiempo me hab�a levantado, ya no
pod�a esperar mas. Le arranque lo que le quedaba de tanga y empec� a besarla por
todos lados, sus tetas, su vientre, su ombligo y por fin su chocho.
La tenia a mi merced:
-Oh, que bien lo haces, mi marido nunca ha querido comerme el
co�o.
Segu� a ello pero los gritos que estaba dando mi cu�ada
producidos por el placer que le otorgaba mi lengua me estaban poniendo a mil.
As� que deje de comerle el co�o y sub� hacia su boca la bese y ella cogio mi
pene y lo dirigio a la entrada de co�o:
-Follame, quiero sentirte dentro.
De una culada se la met�, y empec� a culear. Ella me rodeo
con sus piernas y me aprisionaba contra su cuerpo.
Se la saque y le dije que me cabalgara. Se puso encima de m�
y empez� a bajar, pero cuando sus labios tocaron mi polla subi� para hacerme
rabiar, la agarre de las caderas y la baje:
-Quiero follarte cu�ada.
-Si cu�ado follame, me encanta tu polla.
Empez� a bajar, y cuando mis huevos tocaron su culo empez� a
saltar encima de m�, que bien folla la muy zorra.
-Quiero que te corras en mi boca.
-Vale pero mientras me haces una paja con tus tetas.
Se saco de encima m�o, se tumbo en el c�sped y le puse mi
polla entre sus tetas. Se las apretaba con sus manos contra mis tetas,
movi�ndolas de adelantes hacia atr�s, yo ya no pod�a m�s y le dije:
-Me corro.
-Si, hazlo. Ll�name la boca con tu leche.
Explote en r�os de leche que mancharon su cara.
Fue una noche inolvidable, que espero se repita alguna vez
mas.