Durante todo ese d�a no pude apartar de mi mente la carita de Mari con mi verga en la boca. El recuerdo no solo me exitaba al m�ximo sino que adem�s comenzaba a torturarme porque sab�a que llegar�a muy tarde a casa y no podr�a meterle la verga a Mari (seguramente cuando llegara ya estar�a durmiendo). No importa, pens�, porque ma�ana es s�bado y mi esposa saldr� a desayunar con sus amigas como de costumbre. Adem�s los chicos ir�n al campamento de futbol, as� que tendr� toda la ma�ana para disfrutar de la puchita de Mari.
Para mi sorpresa, al llegar a la casa y cerrar la puerta atr�s de mi (cuando estaba sirvi�ndome una refrescante limonada) escuche ruidos en la sala y al darme vi la silueta de Mari. Estaba sentada en un reposet meci�ndose impacientemente.
Mari: hola.
Yo: hola Mari. Que haces despierta? Son m�s de las 11:30 pm.
Mari: me dijiste que hoy meter�as tu hermosa verga en mi puchita.
Yo: baja la voz cabrona! te van a escuchar.
Mari: la Se�ora est� bien dormida. Tiene m�s de una hora que se metio en su cuarto y los muchachos est�n jugando.
Yo: est�n jugando? A estas horas? Ma�ana no van a querer levantarse para ir al campamento de futbol.
Mari: est� bien, ahora mismo los meto a la cama y vuelvo a bajar.
Yo: en verdad estas decidida a perder hoy la virginidad con mi verga, verdad?
Mari: no he dejado de pensar en usted. No se que me paso o que me hizo pero cierro los ojos y solo veo su enorme verga, gorda, rectecita y bien parada.
Yo: tanto as�?
Mari: tanto as� que le hable a Cheli mi prima para preguntarle si le hab�a pasado lo mismo cuando la viol� su patr�n
Yo: LE DIJISTE A CHELI LO QUE HICIMOS HOY EN LA MA�ANA????
Mari: si, como somos del mismo rancho nos contamos todo.
Yo: no jodas Mari, te dije que ser�a nuestro secreto. Cheli nos puede meter en problemas a los 2 si se lo cuenta a alguien m�s.
Mari: no creo que se lo cuente a nadie m�s porque despu�s de escucharme me dijo que hab�a tenido mucha suerte en que hubiera sudo yo el que te ense�ara a hacer eso sin tener violencia porque a ella le fue muy mal en su primera vez.
Yo: de todas maneras, la Cheli se lo puede contar a alguien.
Mari: le digo que no��.. Ahorita regreso, voy a meter a los muchachos a la cama.
Al subir las escaleras fui sigui�ndola con la vista. La muy cabrona se hab�a puesto una batita de dormir que le llegaba hasta las rodillas que al ir subiendo las escaleras paso a paso dejaba ver cada vez m�s sus piernitas.
Por mi parte, sub� tambi�n a examinar que todo estuviera ok con mi Esposa, que en verdad estuviera dormida. Afortunadamente hasta roncaba.
Regrese a la planta baja de la casa para esperar a Mari, ya con un short y sin calzoncillos para solo tener que quitarme una cosa ante lo que estaba a punto de suceder.
No se cuanto tiempo habr� tardado Mari pero estaba tan cansado de la oficina que deb� haberme dormido un momento. Cuando despert� vi a Mari frente a mi, parada con las manos en la cintura.
Yo: que paso?
Mari: ya deje a los chamacos en la cama. Estaban dormidos cuando llegue a su cuarto.
Yo: que bien te ves en ese camizoncito de dormir. Se te ve muy bien tu cuerpecito.
Estaba a contraluz del foco de la sala y su camiz�n no dejaba absolutamente nada a la imaginaci�n. No ten�a brazier y se hab�a puesto unos canzoncitos peque�os que no hab�a visto nunca en su ropa interior usada.
Yo: a ver Mari, como esta eso de que Cheli no va a decir nada? Como es que estas ten segura?
Mari: me lo prometi� y yo conf�o en ella.
Yo: que confiada eres Mari. Lo que est� en juego es mi matrimonio y no puedo correr riesgos.
Mari: adem�s Cheli me dijo que ojala y Ud. la hubiera desvirgado porque siempre le ha gustado.
Yo: como? Eso te dijo Cheli?
Mari: sip, eso me dijo.
Mientras platic�bamos me di a la tarea de levantarle el camiz�n para verle de cerca el calzoncito. Era una delicia! Color azul con ositos y corazoncitos.
Yo: que bonitas braguitas Mari. Esas no te las conoc�a.
Mari: no me las hab�a olido ni chupado en mi ropa sucia?
Yo: nop, estas no. Ven, pr�stame tu mano.
Coloque su mano derecha directo sobre mi short para que pudiera sentir mi verga.
Mari: ahora si me la va a meter? O solo quiere que se la mame como en la ma�ana.
Yo: ahora le toca tenerla a tu puchita Mari.
Mari: la tiene bien dura! Puedo verla de nuevo?
Yo: claro mi nena preciosa, es toda tuya.
Me pare procurando quedar frente a su carita y le dije: s�cala Mari. De inmediato hizo caso a la orden que le di pero en vez de bajarme el short meti� su mano para tocarla.
Mari: est� caliente y con mielecita en la cabeza (as� se refiri� al precum que ya emanaba abiertamente de mi verga).
La saco con toda delicadeza y abri� al m�ximo sus ojos diciendo: que grande y gorda esta, no creo que me vaya a entrar en mi puchita.
Yo: te va a entrar Mari, no te preocupes. Me voy a encargar de darte una cogida que nunca olvides. Una cogida con toda la delicadeza que requiere una puchita virgen como la tuya para no lastimarla como lo hicieron con la de Cheli.
Mari comenz� a masturbarme muy lentamente, seguramente recordando las instrucciones que le hab�a dado hoy por la ma�ana. De repente meti� la cabeza de mi verga en su boquita de labios gorditos pero hermosos. Comenz� a chuparme la verga maravillosamente y yo a poner los ojos en blanco.
Mari: le duele?
Yo: me est�s dando un placer inimaginable Mari. Sigue mam�ndome la verga, esta verga que es tuya las veces que tu quieras.
Mari: cuando yo quiera?
Yo: sip, cuando tu quieras.
Mari: entonces la quiero diario para tomarme mi lechita.
Yo: as� ser� mi Reyna, as� ser�.
Estuvo mam�ndome la verga por un buen rato hasta que sent� unos jalones en los huevos, se�al de que pronto vendr�a el lechazo, lo que no pod�a permitir sin antes desvirgarla.
Yo: para mi Nena, para que me vas a hacer venir.
Mari: noooo, me tiene que meter la verga en la puchita.
La levante para sentarme en donde ella estaba sentada. La puse de pie y puse mi nariz enfrente de esa puchita todav�a cubierta por el calzoncito de ositos y corazoncitos. Ol� fuertemente esa deliciosa puchita. Lo hice muchas veces y cada una de ellas sent�a como mi verga se paraba mas. El olor a ni�a virgen era riqu�simo.
Mari: no me he ba�ado, el d�a estuvo muy agitado con mucho quehacer. No huele feo?
Yo: para nada mi Nena, te huele riqu�simo.
Seguramente su puchita hab�a tenido sus l�quidos sexuales desde la ma�ana, adem�s del sudor natural de esa parte tan intima. Esa combinaci�n daba un olor incre�ble.
Baje lentamente su calzoncito para dejar al descubierto su peluda puchita para inmediatamente recostarla junto a mi y levantarle una piernita, abrirla por completo y ver el color rosado intenso de su interior. Met� mi lengua directo al clitorix de Mari, quien al contacto dio un salto y cerro sus piernas junto a mi cabeza. Mame y mame y mame y mame esa conchita deliciosa. No paraba de salir l�quidos sexuales de su puchita, l�quidos de un sabor sutil, con un sabor a virginidad a punto de perder.
Mari: Se�or, su lengua me hace sentir cosas que nunca antes hab�a sentido.
Yo: en un momento m�s te voy a meter la verga y ver�s que esto no es nada comparado a sentirme dentro de ti Nena.
Con la verga a m�s no poder me incorpore y la encamine a su conchita, puse la cabeza de mi verga en la entrada de su grutita y la empuje lentamente mientras la ve�a fijamente a sus ojos.
Mari: me est� partiendo en 2! S�queme la verga se�or!
Yo: tranquila Mari, ese dolor es normal. D�jame seguir meti�ndote la verga y veras que en un momentito mas el dolor ser� placer.
Mari: me duele!
No haciendo caso a Mari, segu� empujando cada vez m�s al fondo mi verga. Lenta pero decididamente. Su conchita estaba empapada en jugos vaginales, lo que facilitaba notablemente mi labor. Aunque dijera �s�quemela� se notaba que Mari estaba disfrutando como una loca la metida de verga que le estaba dando.
Mari: ya me duele menos
Yo: te lo dije mi Reyna. Ahora voy a intensificar un poco m�s el ritmo, vale?
Mari: haga lo que quiera, mire como me tiene, desnuda con las piernas abiertas y mi pucha penetrada por esa vergota tan linda que Ud. tiene.
Eso fue solo el salvoconducto para continuar con mi labor. Mari dec�a �que rica verga Se�or, cada vez que la mete la puedo sentir as� de larga y as� de gorda como la tiene�.
La cogida tomo un ritmo pausado, para nada brusco ni intenso. En verdad estaba disfrutando la cogida que le estaba metiendo a Mari, ten�a que disfrutarla al m�ximo. Adem�s, por lo que ve�a a ella tambi�n le estaba gustando que me la cogiera despacito.
Despu�s de un rato le orden� que se volteara y obedeci�. Ya con su puchita dilatada fue muy f�cil met�rsela en la posici�n de 4 patas como la puse. Le met� la verga despacio pero hasta el fondo y ella movi� para atr�s su cabeza en se�al de que mi verga mandaba en ese momento. Su ojito de culo estaba bello: rosadito y con todos los plieges intactos. Ensalibe mi dedo pulgar izquierdo y lo meti despacio. Mari gozaba tanto mi verga que ni cuenta se dio. Al poco rato solo alcanzo a decirme: �que rico se siente su dedo en mi ano�
Yo: me dejar�as meterte la verga por el culo?
Mari: si, h�game lo que quiera. Su verga es due�a de mi cuerpo.
Cuando lo dijo fue tal el calent�n que me di que sent� con claridad como empezar�a a venirme dentro de ella.
Yo: Mari, me vengo.
Mari: quiero su lechita en mi boca de nuevo.
Yo: apurate porque tengo la leche en la punta de la verga.
Saque mi verga de su puchita y cuando estaba por ponerla en su boca mi verga comenz� a lanzar chorros de leche en su carita. No alcance a ponerla en su boca pero ella no me dijo nada y dejo que siguiera tirando mi leche en su carita de ni�a. Cuando termine ella empez� a limpiar mi leche con sus dedos y a meterlos dentro de su boca diciendo
Mari: que rica leche Se�or. No me canso de probarla y saborearla.
Yo: disc�lpame pero no pude aguantar, mi verga estaba al 100.
Mari: no hay problema. A partir de hoy su verga es due�a de mi cuerpo y lo puede usar cuantas veces quiera. Coge riqu�simo Se�or.
Yo: ma�ana sin falta de meto la verga por el culo.
Mari: est� bien, pero antes quiero que se la meta a Cheli. Quiero mucho a mi Prima y le promet� que Ud. se la coger�a
Yo: estar�a de acuerdo en compartir mi verga con tu Prima?
Mari: porque no? Si la Se�ora comparte su verga conmigo, porque yo no habr�a de compartirla con Cheli?
Yo: pero eso es otra cosa. Mi Esposa no sabe que te estoy metiendo la verga
Mari: de todas maneras yo no soy celosa
Yo: perfecto Mari! Si me gustan las mujeres. Tu solo dime cuando y donde nos ver�amos con Cheli.
Mari: Cheli esta aqu� mismo vi�ndonos ahora.
Mi calentura fue tal que en ning�n momento me percate que Cheli, estaba observ�ndonos desde un rinc�n de la sala. Vestida con una minifalda y una blusa pegadita que dejaba ver sus grandes y bellos senos, observo todos y cada uno de los movimientos de la desvirgada de Mari.
Acto seguido, Cheli saliendo de su escondite me pregunto: me puede meter ahora a mi su vergota?
Pero esa���� Esa ser� otra historia que despu�s les contare mis queridos chamos.

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