Admiro profundamente los mon�logos del club de la comedia,
si, son los cl�sicos textos que no provocan carcajadas sino que levantan una
sonrisa en el oyente o espectador. Y porque no reconocerlo, alguna que otra
sonora risotada. Yo, me siento totalmente incapaz de algo asi, no, esto de
convertir un texto en texto de risa pues como que no va conmigo, implica la
premeditaci�n de generar algo humor�stico y claro, a mi, as�, no. Basta que sepa
cual ese debe ser el resultado para que sufra un colapso inmediato!!!
Lo curioso es que en mi vida esta premisa no solo se ci�e a
lo que el tema humor�stico se refiere. En el sexo me ocurre lo mismo, basta que
me digan que tiene que ser "especialmente" magn�tico, "especialmente" rom�ntico,
"especialmente"... lo que sea para que se convierta en un fracaso
"especialmente" inolvidable.
Todav�a recuerdo la primera vez que sub� a un chico a mi
casa. Est� claro que esa es una de las ocasiones que se convierten en un
"especialmente". Si, porque el fallo estuvo en que lo supe con una semana de
antelaci�n. Mis padres iban a ir a visitar a unos familiares a otra ciudad, yo
estaba de ex�menes en la universidad, lo cual me disculpaba de cualquier
compromiso que pudiera distraerme del objetivo de la responsable estudiante. Me
pase siete d�as planeando la cita. Yo ten�a 18 a�os y �l era uno de esos
compa�eros universitarios con los que compartes apuntes y lo que surja...
Pens� que por primera vez en mi vida iba a tener sexo en unas
condiciones decentes (si, lo del coche, ascensores, probadores y dem�s tiene su
gracia a partir de los 35, cuando est�s aburrido ya de tu propia casa, aunque
claro ahora uno no se independiza hasta esa edad, lo cual ... traslada la edad a
los 40), bueno el caso es que cuando eres m�s joven de lo que empiezas a
cansarte es del riesgo, de los lugares p�blicos, parques, coches.
Arturo me resultaba especialmente atractivo y el jueves por
la noche cuando salimos el grupo de amigos a tomar unas copas le dije que si le
apetecer�a el s�bado venir a mi casa a cenar. �l acept� y mi la entrepierna no
par� de palpitarme hasta la mism�sima noche.
No soy experta cocinera, pero en ese af�n femenino por
convertir una velada en inolvidable parece que intent� el m�s dif�cil todav�a.
La cena, adquiri� un color y sabor indescriptible, el libro de "Cocina del
mundo" creo que era demasiado avanzado para mi nivel, que fuera de las
salchichas en esa �poca cualquier cosa me quedaba grande...
Mi fantas�a era pasearme desnuda ante su mirada, deb�is
entender la situaci�n, durante mi escaso tiempo de relaciones sexuales mis
mejores amigos y vouyers fueron los arbustos que se me clavaban en la rabadilla,
junto con los mosquitos que zumbaban en mi o�do. ..
�l ven�a como una moto, nada m�s dio el primer bocado al
intento de cus-cus (salchichas no iba a preparar, hubiera resultado demasiado
expl�cito, as� que arriesgu�) su nariz se frunci� y a pesar de intentar simular
una sonrisilla de "ummm, que bueno" su mirada dec�a " pero que co�o es
esto?"... Si, s� que era lo que dec�a, eso de compartir apuntes y lo que
surja te permite analizar a la perfecci�n los gestos del contrario...
Pero no paso nada, porque en seguida supo enmendar ese gesto
incontrolado acerc�ndose a mi para besarme... Uff, en ese momento me hubiera
puesto como una loba a desnudarme, desajustes hormonales de la juventud...
Nuestras lenguas se juntaron, y no recuerdo en mi vida un
beso tan acelerado. Me dio hasta un poquito de agobio, porque mientras cerraba
los ojos me parec�a so�ar con una hormigonera que da vueltas sin cesar
removiendo todo el hormig�n... sent� hasta el sabor a brea en el paladar ( pero
creo que eso era el cuscus)
Sus manos se aceleraban y con ansiedad enredo sus dedos en mi
camiseta de tirantes ... ya lo ve�a, esa noche, si, esa si iba a ser
"especialmente".... siiiiiiiiiii...
Sus manos en mis pechos desnudos y sus dientes clavados en la
piel hasta casi dejarme las marcas. Cre�a que iba a volverme loca all� mismo.
Por fin pod�a ver la cara de Arturo, la luz del sal�n me dejaba observar por
primera vez en mi vida con nitidez mi cuerpo desnudo entre sus mand�bulas...
Me dej� sin ropa, mientras el segu�a casi impecable ( eso si
,con el est�mago vac�o) a mi vera... Se quedaba segundos mir�ndome con
detenimiento hasta enrollar mis piernas a su cuello y clavar sus ojos entre mis
dos labios genitales. Esa imagen recuerdo que a mis 18 a�os debi� ser la que me
llev� a la perversi�n eterna, todav�a hoy creo que puedo sentir sus jadeos
anhelantes clav�ndose en mi cl�toris...
La verdad que no me dej� tiempo a hacer nada de lo que ten�a
en mi mente. Llevaba siete d�as maquinando atarle a la silla tumbado en el
suelo, hasta me hab�a ido a por la nata montada, quer�a sorprenderle, seguro que
a sus 18 tampoco nadie le hab�a hecho nada similar. Pero Arturo era demasiado
Arturo, como caballo desbocado le v� sacar de la cartera un preservativo...
Cuando vi el color del envoltorio me vi con mellizos en la
orla de la universidad. Estaba descolorido, probablemente hasta caducado,
intent� decirle que mejor lo dej�bamos, ni siquiera se le�a con nitidez las
letras de la marca... desabroch� los botones del pantal�n y sac� entre la tela
su sexo... Ah� estaba mi almirante, si se�or!!! No importaba ya que el traje
tuviera polillas, la inconsciencia de la juventud me empujaba a quererlo dentro
ya.... a la orden de "ar"!! Comenc� la caricia a sus test�culos y pens� que no
estar�a mal a�adirle un toque fant�stico al inc�modo momento.
Una vez abierto el envoltorio intent� hacer el mito de poner
el cond�n con la boca... pero siento deciros que eso es un mito!!!! Era
imposible... el almirante se fue convirtiendo en cabo y acab� como un ni�o el
d�a de su primera comuni�n...
Bast� con dejarlo en su mano mientras le besaba con
delicadeza y dedicaci�n su adormecido sexo, en cuesti�n de minutos las venas
parec�an querer llevarme de nuevo a filas... Me tumb� bocabajo y con decisi�n
invadi� mi territorio... cre� que estallaba de placer. Las rodillas, se clavaban
en la moqueta mientras �l embest�a con fuerza gritando cosas inteligibles... era
genial! La ansiedad y falta de experiencia quiz� cortaron las alas a algo que
pod�a haber sido mucho m�s, pero lo cierto es que los dos, probablemente
sobreestimulados por lo que nuestras cabezas hab�an imaginado los d�as atr�s
llegamos al orgasmo de forma bastante r�pida...
Me desplom� en el suelo, sudorosa y con un hambre de mil
demonios. El olor de especias de ese "extra�o cuscus" se hab�a mezclado con el
de sexo y todo resultaba "especialmente" turbador....
Sent� como sal�a de dentro de mi, y mientras despegaba su
vientre de mis nalgas se me escap� una especie de "uauuuu"...
Nada contestaba �l, se qued� mudo. Me gir� para ver que hac�a
y le encontr� de rodillas mir�ndose la diminuta polla ( en reposo) con ojos de
ido. " Se puede saber que haces?"... Me mir� y volvi� a bajar la
mirada a su sexo...
Tard� dos segundos en reaccionar.... "joder, joder"
joder!!!!" No paraba de repetir la maldita palabra con cara de mal humor,
empec� a corretear por el sal�n nerviosa... "D�nde est� el puto cond�n?"
Se hab�a quedado al calorcito del erotismo femenino, ah�,
albergado en mi interior... Era la una de la madrugada y �l intentaba calmarme,
los dos desnudos en ese estado �ramos lo m�s lejano a algo atractivo... Ya ve�a
a los mellizos en la orla, los ve�a... probablemente con la antig�edad del
maldito preservativo pod�a haberse hasta desintegrado...
"Tranquil�zate"- me dijo-," vamos a sacarlo"...
Diossss, ese "especialmente" de nuevo volv�a a torcerse. De pronto me vi tumbada
con una pierna sobre un sill�n y la otra sobre otro, y lo que antes era
irresistible ahora se convert�a en unos dedos torpones que inspeccionaban mi
interior pellizc�ndome sin dar fruto, y unos ojos clavados en mi sexo con mirada
cient�fica... insoportable!. Totalmente rid�culo... Me puse en pie, rodillas
flexionadas y abiertas, las yemas de los dedos lo rozaban , pero se me rebelaba,
los dedos sal�an pringosos y nada m�s los acompa�aba, Arturo miraba con la boca
abierta sin acertar a tener una idea mejor....
A las dos de la ma�ana busc�bamos como locos un centro de
planificaci�n familiar. Todo cerrado, inquieta me parec�a ver un marat�n de
espermatozoides aprovechando el lubricante de mi anterior excitaci�n para
fecundar a Juanito y Pepito, los mellizos de la orla... parec�a que les sent�a
correr por mi vientre...
A las tres volv�amos a mi casa sin ninguna soluci�n,
cabizbajos y agobiados sub�amos por el portal. Ech� las manos al bolso, y...
no... no!! Las llaves se hab�an quedado puestas...
Menuda patada le di a la puerta, me dej� caer y me sent�
sobre el felpudo. �l se manten�a en silencio, sent� entre mis piernas que algo
resbalaba, met� la mano bajo el pantal�n y sali� ese pedazo de latex empapado.
Arturo levant� la vista... me mir� y se empez� re�r a carcajada limpia., los
nervios nos hicieron comenzar con una orquesta de risas insaciables que
intent�bamos reprimir...
Est� claro que no puedo planear nada, debo dej�rselo a la
improvisaci�n... todo lo que debe ser "especialmente algo" acaba siendo lo
contrario...
... Como dir�an en cualquier pel�cula de no muy alta
calidad...Est� historia esta basada en un hecho real:
Arturo dej� la carrera dos a�os despu�s, a partir de ese d�a
nunca m�s coincidi� conmigo en situaci�n similar, hubo alg�n amago pero el susto
de haber estado a punto de compartir la paternidad, dormir en un coche muertos
de frio y el hambre que pas� el muchacho hizo que la qu�mica no resurgiera.
Ella ( es decir, yo) en la orla aparece en solitario, Pepito
y Juanito andan acojonando por ah� a inconscientes jovenzuelos que se olvidan
los condones en el interior de sexos femeninos.... Con respecto a mis �vulos
est�n protegidos de cualquier torpeza, y los espermatozoides de Arturo ... a
saber... a saber...