LA ESTUDIANTE (1)
Marta acaba de llegar a Madrid desde M�laga para poder
estudiar Medicina en la Universidad Complutense, hab�a sido una alumna brillante
durante todos los a�os de estudio, lo que le dio opci�n a una importante beca
que sufragar�a gran parte de los gastos de matricula y estancia en Madrid.
Marta hab�a reservado plaza en una residencia femenina del
centro, muy cerca de Moncloa y por tanto a un paso de la Facultad, pero cual
ser�a su sorpresa que al llegar a dicha residencia hab�an perdido su reserva y
otorgado su habitaci�n a otra alumna. Marta desconsolada protest� pero no vali�
de nada ya que ella no ten�a ning�n resguardo que certificara su reserva. En la
residencia le aconsejaron que se buscara un piso compartido ya que ahora le iba
a resultar imposible acceder a una residencia de estudiantes, con esta respuesta
recogi� el bolso y se dirigi� a una cabina para llamar a una pensi�n, donde
poder hospedarse mientras buscaba piso, llev� sus maletas all� despu�s de
reservar y asegurarse bien y despu�s de haber llamado a sus padres para darles
las nuevas noticias. Estos se enojaron mucho pero le dijeron que tuviera mucho
cuidado con quien compart�a piso.
Empez� a buscar pero no encontraba nada que se adaptara a sus
necesidades pues su presupuesto no era mucho, despu�s de dos d�as, hablando con
un compa�ero le propuso compartir su piso ya que uno de los que se iba a alojar
con ello decidi� irse a Estados Unidos a estudiar, el precio la verdad era muy
asequible 175 Euros m�s otros 100 � 150 para la comida y lo abastos, era m�s
barato que la residencia y adem�s estar�a con un compa�ero de clase y otro de la
facultad de inform�tica. Accedi� y aquella misma tarde se traslad� al piso.
Pedro, el inform�tico la recibi� y ayud� a subir las bolsas,
y le ense�o el piso, la verdad que estaba muy bien con tres habitaciones
amplias, dos ba�os, un sal�n comedor bastante majo, y una cocina pr�ctica. Su
habitaci�n era amplia y seg�n le cont� Pedro estaba insonorizada, ya que el
antiguo propietario ten�a un hijo al que le gustaba tocar la bater�a, por lo
tanto pod�a poner la m�sica tan alta como quisiera que no iba a molestar a
nadie.
Parec�a que las cosas empezaban a marchar por los que llam� a
sus padres y les dijo que hab�a encontrado un piso con dos compa�eros, y esto
fue lo que menos le gust� a sus padres que compartiera piso con dos chicos, pero
ante las circunstancias adversas no les qued� otro remedio que aceptarlo.
Pedro y Manu eran muy amigos y pronto Marta se dio cuenta que
ten�an una relaci�n de muchos a�os, una tarde Manu le cont� que Pedro y �l
estudiaron en el mismo colegio y el mismo Instituto en Mallorca y que se
conoc�an desde hac�a mucho tiempo. �Pedro es un genio de la inform�tica, est� en
segundo de carrera y ya se los disputan las mejores empresas de Espa�a�, la
verdad que esto sorprendi� a Marta que ve�a como tarde tras tarde Pedro se
colocaba delante del ordenador a jugar. Ten�a un equipo que nada ten�a que
envidiar a los mejores de la Facultad de Inform�tica, con todo tipo de
perif�ricos conectados, estaba literalmente rodeado de cables que entraban y
sal�an de cinco grandes discos duros. Ten�a un hobby y era la edici�n de video,
ten�a cientos de horas de video casero grabado en una estanter�a en su
habitaci�n aunque nunca dejaba que nadie lo viera. �Ser� porque oculta algo�,
pens� divertida Marta.
La realidad era otra y es que desde hac�a 3 a�os Pedro y �l
se dedicaban a alquilar el piso a estudiantes dej�ndole siempre la misma
habitaci�n, la insonorizada, que no solo estaba insonorizada sino que tambi�n
estaba llena de c�maras y micr�fonos donde filmaban a sus incautas compa�eras.
Una noche Marta lleg� a casa con una amiga despu�s de una
noche de juerga, hab�a bebido m�s de la cuenta y no sab�a muy bien lo que hac�a,
entr� en su habitaci�n y se tumb� en la cama, �debajo de la cama hay un colch�n,
acu�state ah�. Pero Carolina ten�a otros planes, se quit� la chaqueta y se
acerc� a la cama de Marta, y se tumb� junto a ella , esta ni se movi�, Carolina
se incorpor� y bes� a Marta en los labios, ladeando esta la cabeza, �se puede
saber qu� haces, no me va este rollo�, pero Carolina no estaba dispuesta a
aceptar un no por respuesta, e insisti� esta vez se coloc� a horcajadas sobre la
pobre Marta que entre la sorpresa y la casta�a que llevaba no se pod�a
resistir.�D�jate llevar, ver�s como disfrutas m�s que con una polla entre las
piernas� replic� Carolina a la vez que se quitaba el jersey y se desabrochaba el
sujetador que reten�an dos enormes senos con los pezones tiesos como escarpias.
Marta se iba recuperando a marchas forzadas de su estado de embriaguez mientras
Carolina la sobaba las tetas e intentaba quitarse los pantalones.
�Esto no est� nada bien, contest� Marta�, pero ya sin mucho
entusiasmo y dej�ndose hacer, la verdad que su compa�era era bastante atractiva
y a ella siempre le hab�a apetecido probar a hacerlo con una mujer, as� que
decidi� colaborar y su lengua se introdujo en la boca de Carolina que tambi�n se
relaj�, ech�ndose a un lado y baj�ndose los pantalones y las bragas mientras que
con la mano derecha masturbaba a trav�s de las bragas a Marta que se hab�a
desprendido de su falda. Los dedos de Carolina se perdieron dentro del caliente
co�o de su compa�era, pronto los gemidos se hicieron m�s intensos, la mano de
Carolina estaba chorreando y la braga de Marta estaba empapada, mientras esta
con la boca chupaba las enormes tetas de su amante, pronto los orgasmos se
sucedieron en Marta que no pudo reprimir morder uno de los pezones de Carolina
que estaba toda impregnada de los fluidos de su inexperta compa�era. Los pechos
de Carolina estaban enrojecidos por el maltrato al que los hab�a sometido Marta,
esta se dej� caer encima de la primera agotada y empapada, el chocho le
chorreaba como nunca, parec�a que se hab�a meado encima y es que no se hab�a
despojado de sus bragas y las ten�a como si las acabara de sacar de la lavadora.
Marta estaba realmente agotada pero a la vez impresionada del placer que pod�an
proporcionar unos simples dedos. Carolina echada a su lado se masturbaba
introduciendo tres dedos en su co�o.
�Espera�dijo Marta� no es justo que te lo hagas tu sola� y
dicho esto comenz� a tocar a su compa�era ya sin ning�n tipo de remordimiento,
pronto el co�o de Carolina estaba encharcado y los gemidos eran verdaderos
alaridos de placer, Marta sin pens�rselo dos veces agach� la cabeza y comenz� a
dar leng�etazas a su compa�era que empujaba su cabeza hacia su interior.
�Sigue, sigue, as�, as� ahhh! Ahhhhh.� Carolina estaba en
�xtasis mientras Marta se esmeraba con la lengua en el cl�toris de ella, ten�a
la boca llena de fluido de su amante, pero era algo delicioso, lo cierto es que
ella nunca se la hab�a chupado a ning�n t�o, a pesar que la mayor�a era lo que
primero le ped�an. A los diez minutos Carolina alcanz� un enorme orgasmo que se
tradujo en un r�o de fluido que llen� la cara de Marta que no pod�a creer lo que
ve�a, parec�a que su compa�era se hab�a orinado.
Las dos cayeron agotados la una abrazada a la otra, d�ndose
un beso de buenas noches, durmi�ndose al poco rato.
El sue�o era tranquilo, pero las c�maras hab�an hecho su
trabajo, y pronto el tranquilo sue�o de Marta se transformar�a en una pesadilla,
no ser�a ni hoy ni ma�ana, pero Manu y Pedro no iban a dejar la oportunidad de
aprovechar la situaci�n, y es que en los dos meses que llevaban compartiendo
piso con Marta esta les hab�a contado que sus padres eran muy conservadores, y
que la sacar�an de la facultad si se enteraban que compart�a piso.
Pero esto es otra historia..... Aquilexx.