Relato: Oh..! por favor, suave... soy tu suegra (5)





Relato: Oh..! por favor, suave... soy tu suegra (5)


� OH, POR FAVOR SUAVE ..... SOY TU SUEGRA! 5 (Continuaci�n)





Pre�mbulo: Estimados amigos, ustedes han sospechado muy
bien que en los relatos que les cont� en la categor�a "Confesiones" y que
encontraran en estas p�ginas con el sugerente t�tulo de "OH, por favor
...suave soy tu Suegra
" a partir del 18/05/2004 en 4 cap�tulos con una
significativa puntuaci�n, cosa que no me imaginaba pero que agradezco su asidua
lectura. Bien, en realidad solo me di un descanso pero mi historia real a prueba
de desmentidos, continua aqu�.


Advertencia: Si usted me lee por primera vez, le ruego h�game
caso y vaya al principio de estos relatos para que se forme una mejor idea o si
se olvid� de ellos rep�selos. �Que bien!... vamos a continuar ahora.



Hac�a cuatro d�as que Andr�s mi querido yerno no me visitaba
por lo que tampoco hab�amos podido intimidar como lo hab�amos hecho hasta aqu�,
me llamaba por tel�fono dici�ndome que cada vez que se acordaba de mi, era preso
de unas tremendas erecciones y lo �nico que deseaba era poder descargar en mi
toda esa pasi�n acumulada . Lo que mi querido yerno no sab�a era que hace dos
d�as tengo en casa la visita de una muy buena amiga m�a procedente de una
peque�a ciudad costera del centro sur de mi pa�s, su nombre es Gloria, de
juveniles 35 a�os, se hab�a casado a los dieciocho con Humberto y ahora sus dos
hijas mayores estudiaban en la Universidad de Concepci�n y viv�an junto a su
abuela materna en esa ciudad y s�lo los acompa�aba Robertito, de 12 a�os que
cursaba los �ltimos a�os de B�sica, donde su padre administraba una empresa
vitivin�cola. Gloria al igual que yo, era de esas mujeres apasionadas por las
dietas, el gimnasio y el yoga, lo que la hac�a mantener un f�sico envidiable, de
tez blanca, bonita cara, sexualmente muy ardiente seg�n ella, aunque se quejaba
que en los �ltimos tiempos Humberto no notaba muy apagado en estos quehaceres.



No les voy a mentir, si les digo que su presencia en casa, me
tra�a muchas alegr�as pero a su vez preocupaciones, pues yo no quer�a que ella
se diera cuenta que yo manten�a intimidades sexuales con mi propio Yerno a quien
ella ya conoc�a. Es por eso que estaba contenta que Andr�s, con todas sus cosas,
no hubiese tenido tiempo para llegar hasta mi como eran sus furibundos deseos
que me confesaba cada vez que habl�bamos por tel�fono. A todo esto mi marido
continuaba fuera de la gran ciudad por asuntos de su trabajo, aunque
afortunadamente ten�a a un joven que le llevaba sus cosas y trabajaba en unas
dependencias que ten�amos anexas a la casa. Este joven trabajaba muy bien pese a
tener un fuerte impedimento f�sico.



Andr�s, despu�s de un arduo d�a de trabajos docentes, par�
toda actividad y luego de darse un buen ba�o, se dirigi� a casa. Al llegar
nuevamente se encontr� con la sorpresa que yo ten�a la visita de Gloria. Ambos
congraciaron de inmediato y su reencuentro le dieron motivos suficientes para la
libre conversaci�n. Por la hora en que lleg� Andr�s a casa encontr� a Gloria
ataviada con un bat�n de levantarse ya que hab�a anunciado que por el cansancio
del d�a se ir�a temprano a la cama, la que se encontraba en un cuarto contiguo
al de m�o, pero por la presencia de Andr�s, se qued� un tiempo m�s charlando
amigablemente. A una hora determinada para sorpresa de nosotras las mujeres, fue
Andr�s quien anunci� que se retiraba a dormir en el cuarto de hu�spedes,
despidi�ndose con un beso en la mejilla de ambas.



Media hora despu�s nos retiramos las mujeres cada una a su
respectiva alcoba.


Me met� a mi tibia y c�moda cama cubierta solo de mi camis�n
transparente, pues sab�a que mi yerno no soportar�a pasar la noche no sin antes
poseerme como a �l le gustaba y como yo tambi�n lo deseaba, toque suavemente con
la punta de mis dedos mi sexo y este estaba muy h�medo y palpitante de deseos
les juro que me pose�an unos locos deseos de ser penetrada y gozada como mi
yerno Andr�s, sabia d�rmelo.



Reinaba el silencio en la sala de estar y s�lo la tenue
iluminaci�n de mi cuarto y el de Gloria indicaba que a�n permanec�amos
despiertas, pero tal como me lo supon�a, quien a�n no ten�a ninguna intenci�n de
dormirse era Andr�s, a quien si bien es verdad, lo ten�a excitado la idea de
fornicar con su querida suegra, ahora su presi�n se hab�a duplicado con la
presencia de Gloria, a quien mientras conversaban junto a mi en la sala de
estar, no perd�a movimiento de mi sensual amiga, que la notaba mas iluminada que
en dias anteriores. La apresurada partida de Andr�s por irse a la cama, se debi�
a que su excitaci�n estaba a punto de producirle un bochorno, al observar como
el fald�n del bat�n de Gloria sin que esta al parecer se percatara, fue
mostrando m�s y m�s de las desnudas piernas y de unos hermosos muslos
fuertemente atractivos para el excitado hombre que se paralogiz� al tener la
visi�n por unos instantes de la intima vellosidad que cubr�a el sexo de la
descuidada Gloria. A esto hab�a que agregar que yo lucia coquetamente atractiva
para mi nuevo hombre.



A ustedes les confieso que sent�a algo de celos con mi miga
Gloria, pues su atractivo tan especial habia dejado inquieto a mi yerno, pero
tambi�n empezaba a bullir en mi un fuerte e intimo deseo de ver a mi Andr�s,
hacer gozar a mi sure�a amiga, tan fiel a su marido, teniendo un f�sico tan
deseable para los hombres y que hasta a mi me entusiasmaba. Me imaginaba que no
podr�a hacer Andr�s sobre ella, con su dura y fuerte herramienta y su insaciable
comportamiento en la cama, tambi�n ello era mi estrategia por si Gloria
descubr�a nuestras relaciones, pasando irremediablemente a ser mi c�mplice por
lo que el secreto ya estar�a asegurado, pero ello en ese momento solo eran locas
idea que me asaltaban.



En su cuarto Andr�s, dice me esper� impaciente cual le�n al
asecho de su apetecida presa, despu�s de ver que Gloria hab�a apagado su luz, se
desliz� felinamente hasta mi recamara para lanzarse hambriento de sexo, sobre su
ansiada carnada y bajar as� el excitante impacto que le hab�a dejado Gloria.




Por su parte Gloria ya hab�a apagado la luz para entregarse a
su conciliador sue�o, me dice que estaba apunto de sucumbir cuando empez� a
escuchar voces, risas entrecortadas y gemidos provenientes de mi cuarto, en un
inicio ella imagin� que esos ruidos los produc�a el aparato de TV.,que yo
manten�a encendido, pero aguzando el o�do pudo percatarse que era otra cosa lo
que estaba sucediendo con su ardiente amiga. Su curiosidad pudo m�s que su
mesura y bajando de la cama, volvi� a cubrirse con su bat�n y tratando de no
hacer ruido encamin� sus pasos hasta la puerta de mi cuarto, donde me cuenta que
los movimientos sobre la cama eran m�s evidentes y convincentes. Se dio cuenta
que la puerta no se encontraba cerrada por completo, sino, s�lo junta, respir�
profundo ya que su coraz�n lat�a a ritmo acelerado y tomando el asa de la puerta
la empujo suavemente y esta dej� un list�n de visibilidad hacia el interior.



Fue en el preciso momento en que nos descubri� infraganti,
desde su posici�n pudo vernos totalmente desnudos, �l de pie sobre el piso
trataba de acomodar almohadones bajo el trasero de su amiga para levantar su
pelvis, pronto dice observ� apoyar mis dos talones sobre los hombros de Andr�s,
apareciendo a su vista y en toda su magnitud un fuerte e imponente garrote de mi
joven amante, �l que fue a perderse dentro de la ardiente sexo, observ�ndome un
marcado deleite en el rostro, soportaba los enviones que me clavaba mi enagenado
yerno. Gloria est�tica y con su vista fija en la acci�n de la pareja no se
perd�a detalle de aquel er�tico y excitante acto sexual. Despu�s de unos minutos
y cuando escuchaba y ve�a los jadeos y gemidos nuestros al conseguir unidos el
m�ximo placer del acto, me dice que debi� afirmarse en el marco de la puerta
pues tambi�n ca�a en un fuerte orgasmo producto de frotar descontroladamente su
cl�toris con los dedos de su mano derecha, sus piernas se doblaron y estuvo a
punto de irse al piso. Para Gloria fue un cuadro fuertemente erotizante y
sorprendente que la mantuvo aquella noche marcando ocupado por un par de horas
hasta que el sue�o la venci� de tal forma que no se percat� cuando a eso de las
siete de la ma�ana Andr�s, ante de marcharse a sus labores cotidianas me daba
"la ma�anera" a su rica suegrita , para despu�s levantarse y dirigirse al centro
de la ciudad.







Eran pasada las diez de la ma�ana, cuando ambas mujeres
tom�bamos nuestro desayuno en cama. Yo sin saber nada de lo que mi amiga ahora
sab�a, la hab�a invitado a compartir en mi lecho un delicioso desayuno a base de
jugos, leche descremada y tostadas, mientras ve�amos un programa matinal de la
TV.






No me has dicho como dormiste anoche --- interrogu� a
Gloria, --- pensando que esta ignoraba mi affaire con Andr�s. Pero para
Gloria era una pregunta clave para descifrar la conducta sexual de su
amiga con su apasionado yerno.


Mi sue�o no fue tan reconfortante como el de la noche
anterior --- me respondi� con cierta sonrisa mal�bola.


�No me digas que tuviste pesadillas o algo as�?


Creo que fue una excitante pesadilla, ahora dudo si fue
un sue�o o una extra�a realidad.


�Qu� te sucedi� mujer, cuenta, cuenta! --- la impulsaba


�T�malo con calma! --- Mira que a�n no logro ordenar
las ideas, aunque te adelanto que no se porque raz�n en mi loca cabecita
te ve�a fornicar con Andr�s, y que de s�lo verlos como se entregaban el
uno al otro, me produjo un orgasmo de los mil demonios y ahora cada vez
que lo pienso me viene una calentura tremenda.


�Oh! --- exclam� ruborizada, para luego guardar
silencio por largos segundos, pens� no le quer�a mentir a mi amiga, ella
era muy inteligente y no estaba en m� seguir fingiendo algo y lentamente
le manifest� --- Eso no fue ni sue�o, ni pesadilla, ni nada que se parezca
--- t� nos escuchaste o nos vistes. �Es as�?.






A Gloria, le quemaba por dentro lo que hab�a descubierto esa
noche, por lo que su resistencia no dur� mucho y as� me fue contando paso a paso
lo ocurrido, pidi�ndome disculpas por su morbosa curiosidad que la llev� a
descubrir aquel intimo secreto, yo trataba de dar ahora una explicaci�n sobre mi
reprochable y ardorosa conducta.



Hay mi amor tu me preguntaras que demonios me llev� a aceptar
que el marido de mi propia hija, sea mi amante �No tengo respuesta para ello ---
ser�n las debilidades de la carne, atracci�n f�sica o mi repetitiva soledad, o
pudo ser ese fuego oculto que muchas mujeres llevamos dentro y que a veces nos
transforma en adicta por hacer el amor, Ser� que las hormonas a mi edad dicen
que est�n en su m�ximo potencial sexual, porque hoy para mi no hay nada mas
placentero y rico que tener sexo con un tipo de mi agrado y bien dotado, no pido
mas. Tambi�n debo reconocer que me atrae profundamente probar lo prohibido ---
no s� --- habl� en voz baja y preocupada --- esto que empez� el d�a de mi
cumplea�os con un trasnochado baile en solitario hace algunos d�as atr�s, se
transform� en la llave que abri� nuestras v�lvulas de escape y no me sent� capaz
de parar esos potentes deseos de Andr�s, como tampoco lo pude detener anoche, te
juro que hice el intento para no delatarnos en tu presencia, pero su loco deseo
fue superior a mis fuerzas y ya con esa tremenda cosa dentro de mi, no soy
responsable de mi recato, entonces ah� viene mi desenfreno ...!Perd�n amiga,
pero soy una loca de remate�.






�Por favor Maribel! --- no quiero que te agobies, nos
conocemos desde tanto tiempo, nuestro temperamento es tan similar que a lo
mejor si a mi me tocara estar en tu lugar, mi reacci�n habr�a sido
id�ntica --- quiero que sepas que no te estoy juzgando y entiendo tu
posici�n y es m�s --- esto solo ha sido un excitante sue�o que ya ma�ana
se me olvidar� por completo.



�Oh! --- mi querida Gloria, eres un �ngel para mi, ---
te quiero mucho mucho --- Aunque yo no se si tu has tenido este tipo de
experiencia.


Hay mi amor, no es que me quiera hacer la "cartucha",
ganas no me han faltado y te confieso que a veces hasta lo deseo, porque
sucede que a mi gordo le cuesta ponerse las pilas y cuando lo hacemos, se
me va s�per r�pido y me deja mirando para la carnicer�a.


O sea como pidiendo a gritos otro bistec m�s
contundente --- interrump�.


� Eso! --- afirm� Gloria con un dejo de optimismo ---
para agregar --- Anoche por ejemplo ve�a a Andr�s hac�rtelo con tantos
deseos y ansiedad, que me han dejado ardiendo por todos lados, me
maraville verlos como ambos se devoraban la piel , en la pel�cula que les
saqu�, formaban una pareja perfecta donde no hab�a casi ninguna diferencia
de edad, y tu cuerpo luce de maravillas --- que envidia Dios m�o. Lo �nico
que te puedo criticar, sobre lo de anoche --- continu� Gloria --- es que
fuiste tan ego�sta y no me invitaste a participar y te lo comiste solita.



�Hay, Gloria de mi coraz�n! ---- No me vas a creer que
hablamos de ti y aunque tu no lo creas, anoche estuve a punto de
propon�rtelo, porque dejaste s�per caliente a Andr�s, te encontr� muy
sensual y "potable" y tus muslos maravillosos.


�Yo lo dej� caliente? --- Pero vistes mi facha, reci�n
saliendo de la ducha, envuelta en un bat�n, sin peinarme y cero maquillaje
--- �Sexy as�! �Con que ropa mijita ?


No se que te habr� visto, pero le fascinaste �Cr�emelo!


Tu estas igual que mis hijas, cuando las visito en casa
de mi madrecita en Concepci�n, de repente un s�bado me invitan a
"carretear la noche" y sus amigos piensan que por mi aspecto juvenil, soy
compa�era de universidad o la hermana mayor, aunque salgo advertida que no
debo delatarme como su "mamita", lo pasamos s�per bien y para que te
cuento como los muchachos se prodigan en atenciones y proposiciones de
invitaciones para mi.


Mis hijas como son tan liberales o lenguas sueltas como
les digo yo, me pasan los datos de mis admiradores --- �Oye mamy! ---
Oscar te mand� saludos y me dijo: "Oye tu amiga, la flaquita me dej� s�per
caliente, �Crestas!-- que debe ser rica en la cama"�. ---�Te imaginas?.


Bueno, eso me confirma lo dicho por Andr�s, que tu
aunque no lo quieras reconocer, posees algo que excita a los hombres, y el
�nico tonto es tu marido, que no se quiere dar cuenta la minita de oro que
tiene a su lado --- �O n� ?



Bien querida amiga, me dijo Gloria como queriendo
desviar la conversaci�n un tanto comprometedora para ella. ---- Usted
tiene que ir a controlar su tienda y yo debo hacer varios tr�mites
todav�a, en la tarde paso a buscarte ya que quiero ver unos modelitos de
ropa interior para entusiasmar a mi troglodita, adem�s quiero pasar a la
tienda de mi amiga Tity, que me dijo que me tiene unos modelitos hechos a
mi medida.


Entre la tienda de Tity y la m�a te vamos a dejar
convertida en una bomba sexy y ver�s como vas a volver loco a Andr�s.



�Oye por favor! --- lo de mezquina que te dije, era
s�lo una broma mujer, s�lo una broma, --- ni loca enredarme con tu yerno
--- con lo celosa que eres tu.



�Que celos ni cosa parecida! --- Con tal de verte gozar
soy capas de pasarte hasta a mi marido --- Pero no hablemos m�s ---
argument� sonriente --- como voy a tener celos de algo que tu sabes que no
es m�o y que yo tambi�n estoy usufructuando y que mi hija ni se lo debe
so�ar.






Ambas mujeres dejamos la casa para dirigirnos a nuestras
ocupaciones y tramites. Despu�s de mediod�a Andr�s me llam� por tel�fono, para
invitarnos esa noche, junto a Gloria para ir a cenar y despu�s a bailar.






Pero para bailar --- le dijo Maribel --- nos va a
faltar un acompa�ante.


De eso no te preocupes ya tengo a quien nos acompa�ar�,
se trata de Marcelo, un amigo becado al igual que yo, s�per simp�tico,
soltero y radicado en Iquique, a quien le dije que ustedes eran amigas
m�as de confianza y tambi�n s�per buena onda. Adem�s me adelante y les
ped� a dos amigos m�s Alberto y Rub�n que me acompa�aran por lo que tienes
que invitar a las mellizas


.


�Pero mi amor! --- repliqu� en voz baja --- Yo no
dispongo del tiempo de mis amigas fuera que con Gloria no habr�a
problemas, de todas formas voy hacer el esfuerzo. Pero antes de nada, tus
amigos no deben saber por ning�n motivo de nuestra relaci�n familiar por
favor, el lugar debe ser muy reservado, tu sabes que no es aconsejable
exponernos en p�blico ya que siempre te podr�s encontrar con alguien que
te conozca o te ubique.


Eso lo tengo claro y me han entregado un dato de un
lugar VIP, s�per intimo y con todas las alternativas que necesitamos.


Pero debe ser car�simo.


Barato no es, pero hoy cobr� mi cheque , mas mis
vi�ticos por lo que no habr�a problemas, adem�s los muchachos tambi�n
participan con la cuenta, m�s una cuotita tuya, as� que estamos al otro
lado.


Cuenta con mi aporte, has las reservas y me pasa a
buscar a casa, que tengo que vestirme adhoc, adem�s que me compromet� de
llamar a Roberto como a las nueve y media y as� quedo libre �Te parece?.


Estupendo, yo tambi�n llamar� a Concepci�n para que
sepan que viajo ma�ana s�bado por la tarde y retorno el lunes en la noche,
porque el lunes lo tengo libre.


Entonces mijito, esta noche tiene que cuidarse para que
le pueda responder a su mujercita que lo debe estar esperando con ansias.


Tu conoces bien mis capacidades --- �O se te ha
olvidado?


�Uff! --- si no te conociera.


Maribel, me dijo antes de colgar, su voz hab�a cambiado
de tono --- te quiero hacer una proposici�n deshonesta.


Me encantan las cosas misteriosas por muy deshonestas
que sean, dije riendo de buena ganas.



Te quer�a proponer si esta noche y si pasa algo, tu no
te sentir�as mal si me haces un pase con tu amiga Gloria y tu tiras con
Marcelo --- tu sabes ser�a una tremenda experiencia nueva para ambos y un
nuevo secreto que guardar.



Veo que realmente te tiene s�per encendido mi primita
�Verdad?


�Verdad!. Me dijo --- agregando --- pero tu sigues en
primer lugar mis apetencias.


�Y tu mujer ? --- le respond� en el acto.


Eso es otra cosa que no debemos mezclar --- me dijo


Bueno--. Le respond� en todo sin mucha convicci�n ---
para agregarle ---- Pero que quede claro que si me falla tu amigo, te voy
a buscar donde te encuentres y te devoro ah� mismo.


Bajo esa premisa no me queda m�s que aceptar--- me
respondi� el muy p�caro.






NO SE PIERDAN LA CONTINUACI�N EN EL PROXIMO RELATO




MARIBEL.... LA SUEGRA


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Relato: Oh..! por favor, suave... soy tu suegra (5)
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